Aportes de la Historia

Notas dispersas sobre Historia

Los pilares de la historia antártica argentina. Historias de la Antártida. Cap 4 por Tamara Culleton

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Guion y presentación

Tamara Culleton

LOS PILARES DE LA HISTORIA ANTÁRTICA ARGENTINA

 

INTRODUCCIÓN

 Bienvenidos a «Historias de la Antártida», una propuesta de Aportes de la Historia. Soy Tamara Culleton, y los invito a descubrir la presencia argentina en el último continente. En el episodio de hoy, analizaremos tres eventos fundamentales de principios del siglo XX que marcaron el inicio de la influencia argentina en la región antártica: la participación del alférez José María Sobral en la expedición sueca liderada por el Dr. Otto Nordenskjöld entre 1901 y 1903, su posterior exitoso rescate por parte de la Corbeta ARA Uruguay bajo el mando del Teniente Julián Irizar, y el establecimiento de la Compañía Argentina de Pesca en Grytviken, en la Isla San Pedro, en 1904.

LA PARTICIPACIÓN DEL ALFÉREZ JOSÉ MARÍA SOBRAL

El 16 de diciembre de 1901, el joven alférez argentino José María Sobral, con solo 21 años, se unió a la expedición sueca dirigida por el Dr. Otto Nordenskjöld a bordo del «Antarctic», un barco capitaneado por el conocido ballenero noruego llamado Carl Anton Larsen. La expedición zarpó desde Buenos Aires el 21 de diciembre de ese año. Durante la travesía, Sobral se adaptó a la vida con los suecos, aprendió el idioma y colaboró en observaciones meteorológicas y magnéticas. Sin embargo, la misión enfrentó un grave contratiempo cuando el «Antarctic» quedó atrapado y fue destruido por los hielos, separando a los miembros del equipo.

Los supervivientes se organizaron en tres grupos: el primero se estableció frente a la isla Paulet bajo la dirección del capitán Larsen, donde construyeron una choza con los restos del barco. El segundo grupo, compuesto por Andersson, Duse y Grunden, quedó varado en la Bahía de la Esperanza. El tercer grupo, que incluía a Nordenskjöld y Sobral, permaneció en Cerro Nevado (actualmente conocido como Snow Hill), donde contaron con una vivienda prefabricada. El 8 de enero de 1954, la República Argentina tomó posesión de la cabaña y la rebautizó como Refugio Suecia. Desde el 26 de julio de 1965, ha sido declarado Monumento Histórico Nacional, restaurado recientemente por el Instituto Antártico Argentino y protegido por el Tratado Antártico como Sitio y Monumento Histórico N.º 38. Hoy, el lugar funciona como museo y exhibe objetos originales de la expedición, siendo su conservación una responsabilidad compartida entre Argentina y Suecia.

Las memorias de Sobral están reflejadas en su libro «Dos años entre los hielos», publicado en 1904. Tras pasar dos años en el inhóspito continente, continuó su carrera en la Marina y solicitó permiso para estudiar Geología en Suecia. Aunque la solicitud fue rechazada, se mudó allí, completó su formación transformándose en el primer geólogo argentino. Regresó a Argentina en 1914, dedicándose a la geología y ocupando importantes cargos, incluyendo el de Director de la Dirección General de Minas, Geología e Hidrología. Fue reconocido internacionalmente por su trabajo y falleció en Buenos Aires el 14 de abril de 1961 a los 81 años.

EL PRIMER RESCATE ANTÁRTICO

Para el 30 de abril de 1903, la falta de noticias sobre el regreso de la expedición generaba temores de un trágico desenlace para los suecos y Sobral. En respuesta, el Perito Moreno instó al gobierno argentino a preparar una misión de rescate. La urgencia era clara: si el «Antarctic» no había regresado, se debía lanzar la misión de socorro de inmediato.

El Presidente Julio Argentino Roca respondió rápidamente. El 7 de mayo de 1903, se anunció la preparación de una expedición de auxilio. Debido a las extremas condiciones climáticas, la misión no pudo zarpar hasta la primavera siguiente. El interrogante era qué tipo de embarcación se utilizaría, ya que Argentina no contaba con un barco adecuado para la navegación polar ni con una tripulación entrenada. A pesar de considerar inicialmente la adquisición de un ballenero, se decidió reacondicionar una antigua cañonera llamada Uruguay, adaptándola para la navegación en hielo antártico.

El 7 de octubre de 1903, el Diario La Nación detalló las modificaciones realizadas en la corbeta Uruguay: se le añadieron refuerzos de acero, un forro de madera y aislamiento térmico con corcho. La preparación se completó con éxito, y el Teniente Julián Irizar fue designado para liderar la misión. Apoyado por su experiencia en Londres, aseguró todos los suministros necesarios para una expedición bien equipada.

En la primavera de 1903, la Corbeta ARA Uruguay partió hacia el sur. El 23 de noviembre de 1903, se anunció el éxito del rescate en los diarios de todo el país. Los marinos argentinos, con valentía y destreza, habían salvado a los expedicionarios del «Antarctic». Esta hazaña no solo representó un triunfo para la ciencia, sino también un orgullo nacional.

El regreso triunfal de la Uruguay fue celebrado en Argentina y la noticia se difundió rápidamente, destacando la contribución del país a la exploración polar y convirtiéndola en la primera nación en realizar un rescate en latitudes antárticas.

Guion en Inglés

INTRODUCTION
Welcome to «Stories from Antarctica», a proposal from Contributions of History. I am Tamara Culleton, and I invite you to discover the Argentine presence in the last continent. In today’s episode, we will analyze three fundamental events from the beginning of the 20th century that marked the beginning of Argentine influence in the Antarctic region: the participation of Ensign José María Sobral in the Swedish expedition led by Dr. Otto Nordenskjöld between 1901 and 1903 , its subsequent successful rescue by the Corvette ARA Uruguay under the command of Lieutenant Julián Irizar, and the establishment of the Argentine Fishing Company in Grytviken, on San Pedro Island, in 1904.
THE PARTICIPATION OF ENJOYMENT JOSÉ MARÍA SOBRAL

On December 16, 1901, the young Argentine ensign José María Sobral, only 21 years old, joined the Swedish expedition led by Dr. Otto Nordenskjöld aboard the «Antarctic», a ship captained by the well-known Norwegian whaler named Carl Anton Larsen. The expedition set sail from Buenos Aires on December 21 of that year. During the voyage, Sobral adapted to life with the Swedes, learned the language and collaborated in meteorological and magnetic observations. However, the mission faced a serious setback when the «Antarctic» became trapped and destroyed by ice, separating the team members.

The survivors were organized into three groups: the first was established off Paulet Island under the direction of Captain Larsen, where they built a hut with the remains of the ship. The second group, composed of Andersson, Duse and Grunden, was stranded in Hope Bay. The third group, which included Nordenskjöld and Sobral, remained in Cerro Nevado (currently known as Snow Hill), where they had a prefabricated home. On January 8, 1954, the Argentine Republic took possession of the cabin and renamed it Refugio Sweden. Since July 26, 1965, it has been declared a National Historical Monument, recently restored by the Argentine Antarctic Institute and protected by the Antarctic Treaty as Historical Site and Monument No. 38. Today, the place functions as a museum and displays original objects from the expedition, its conservation being a shared responsibility between Argentina and Sweden.

Sobral’s memories are reflected in his book «Two years between the ice», published in 1904. After spending two years on the inhospitable continent, he continued his career in the Navy and requested permission to study Geology in Sweden. Although the application was rejected, he moved there, completed his training, becoming the first Argentine geologist. He returned to Argentina in 1914, dedicating himself to geology and holding important positions, including Director of the General Directorate of Mines, Geology and Hydrology. He was internationally recognized for his work and died in Buenos Aires on April 14, 1961 at the age of 81.

THE FIRST ANTARCTIC RESCUE

By April 30, 1903, the lack of news about the return of the expedition generated fears of a tragic outcome for the Swedes and Sobral. In response, Perito Moreno urged the Argentine government to prepare a rescue mission. The urgency was clear: if the «Antarctic» had not returned, the relief mission had to be launched immediately.

President Julio Argentino Roca responded quickly. On May 7, 1903, the preparation of a relief expedition was announced. Due to extreme weather conditions, the mission was not able to set sail until the following spring. The question was what type of vessel would be used, since Argentina did not have a ship suitable for polar navigation or a trained crew. Despite initially considering the acquisition of a whaler, it was decided to recondition an old gunboat called Uruguay, adapting it for navigation in Antarctic ice.
On October 7, 1903, the Diario La Nación detailed the modifications made to the corvette Uruguay: steel reinforcements, a wooden lining and thermal insulation with cork were added. Preparation was completed successfully, and Lieutenant Julián Irizar was designated to lead the mission. Supported by his experience in London, he secured all the supplies necessary for a well-equipped expedition.

In the spring of 1903, the Corvette ARA Uruguay left for the south. On November 23, 1903, the success of the rescue was announced in newspapers throughout the country. The Argentine sailors, with bravery and skill, had saved the «Antarctic» expedition members. This feat not only represented a triumph for science, but also national pride.

The triumphant return of the Uruguay was celebrated in Argentina and the news spread quickly, highlighting the country’s contribution to polar exploration and making it the first nation to carry out a rescue in Antarctic latitudes.

Diseño de portada y gráfica: Florencia Benitez (Nobu Voyage)

Edición: Max Van Hauvart Duart ((Nobu Voyage)

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