Costeloe, Michael P., La respuesta a la independencia. La España Imperial y las revoluciones hispanoamericanas, 1810-1840, Fondo de Cultura Económica, Mexico, 1989, pag. 300
ISBN 978-968-16-3261-8
Comentario de Contratapa:
EI gran imperio español en América, con sus 16 millones de habitantes, se disolvió entre I 810 y 1824 a causa de los movimientos de independencia. Pero este fenómeno no parece haber tenido una gran repercusión en la opinión pública española de ese momento. Así parece demostrarlo la escasa participación de los españoles comunes en los esfuerzos por la conservación del Imperio. Es también significativo el vacío de comentarios y referencias en la literatura de la época res-pecto a las colonias americanas y a sus movimientos independentistas. Durante 300 años de coloniaje, los vínculos entre América y España preocupaban sólo a una minoría beneficiaria. Además de los altos mandos de la burocracia colonial y de la jerarquía eclesiástica, el único grupo social que intervenía directamente en los asuntos del Imperio era el mercantil. Los inútiles esfuerzos para mantenerlo fueron grandes. Fernando VII dedicó a ello abundantes recursos materiales y humanos. Sin embargo, para los españoles comunes, los campesinos y los trabajadores urbanos, así como para las clases media y alta, América estaba desligada de ellos y no tenía relación con su vida diaria. Es escasa la bibliografía que aborda la reacción del español peninsular común ante el desmoronamiento del imperio. Y es precisamente desde esta visión que el autor nos habla de las revoluciones en la América española.
Prefacio
Este libro trata de las revoluciones por la independencia en la América Española, tal como las veían los españoles en España. Surgió del deseo de saber qué era lo que los españoles pensaban acerca de tales revoluciones y cómo respondieron ante la amenaza y después ante la pérdida real de su imperio secular en el Nuevo Mundo. Después de haber leído muy numerosas historias generales y eruditas monografías sobre millares de aspectos de los movimientos separatistas, era obvio advertir que el punto de vista español peninsular no había sido bien representado por la bibliografía ordinaria. La historia ha concentrado principalmente su atención en las heroicas carreras de los grandes libertadores de América y en las campañas por la liberación del yugo colonial que ellos habían dirigido, pero ¿qué era lo que los españoles que vivían en la metrópoli pensaban de Simón Bolívar y de sus compañeros revolucionarios? ¿Cuál fue la interpretación española de los acontecimientos de América, cuáles fueron las políticas que adoptaron, cuáles los efectos que tuvieron en cl comercio español y en los comerciantes que lo realizaban, qué acciones tomó España para hacer frente a las exigencias americanas o para suprimirlas? En suma, ¿cómo reaccionaron los españoles ante las revoluciones y cómo vieron en forma retrospectiva el fin del dilatado papel de su nación como gran potencia imperial? (1)
Introducción
EL 2 de febrero de 1944 el distinguido hombre de ciencia Melchor Fernández Almagro inició su disertación ante la Real Academia de Historia de España con la siguiente hipótesis. Si se detuviera a los transeúntes en las calles de España y se les preguntara: «¿Cuándo perdió España su Imperio de Ultramar?» la mayoría de la gente respondería que en 1898, año en que de hecho perdió España las islas de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas, que no fueron más que el final comparativamente insignificante de los restos del que una vez fue un gran imperio americano. Algunos individuos, agregó, podrían tal vez mencionar una fecha ante-rior pero pocos contestarían con precisión, y sería raro encontrar a alguien que tuviera conocimiento de la batalla de Ayacucho de 1824, que en efecto marcó el fin del gobierno español en el continente americano. ¿Por qué entonces, se preguntaba Fernández Almagro, la pérdida de la América española ha dejado tan poca impresión en la memoria colectiva española? La respuesta, sugirió, se encuentra en el hecho de que las guerras de emancipación de América dejaron una pequeña o ninguna impresión en la generación de españoles que vivían entonces y que presenciaron la humillación y la derrota de España. En consecuencia, con una débil primera impresión, los recuerdos se desvanecían rápidamente y pronto quedó en el olvido el desastre de Ayacucho y todo lo que implicó. (2)
Indice General:
Prefacio 9
Agradecimientos 13
- Introducción 15
- La Revolución: el panorama desde España 37
III. La solución militar 74
Los orígenes, 1810-1814 74
La búsqueda de la reconquista, 1814-1820 82
El trienio liberal, 1820-1823 112
Epílogo 124
- La logística de la reconquista 130
- La reforma económica y comercial 149
- La secuela de la declinación imperial 187
VII. Una nueva relación 212
VIII. La iniciativa diplomática 235
Epílogo 263
Fuentes y obras citadas 277
Fuentes de manuscritos 277
Periódicos y publicaciones periódicas 277
Libros y folletos 278
Artículos 283
Índice analítico 289
Cita:
(1) Costeloe, Michael P., La respuesta a la independencia. La España Imperial y las revoluciones hispanoamericanas, 1810-1840, Fondo de Cultura Económica, pp.9.
(2) Costeloe, Michael P., pp. 15.
Edición: Maximiliano Van Hauvart, estudiante UNMdP.