Se denomina Brasil colonial al periodo histórico que abarca desde la llegada de los primeros europeos, en 1500, hasta la independencia, en 1822. En este período Brasil estuvo bajo el dominio político de Portugal.
La colonización portuguesa de América, comenzó motivada por razones económicas y estratégicas. Por un lado las económicas a causa de la merma en las ganancias en el comercio con el Oriente y las posibilidades mercantiles del árbol de brasil, de cuya corteza se producía un tinte rojo usado para teñir textiles. Y entre las razones estratégicas, la principal era combatir las ambiciones españolas o francesas por este territorio.
Eventualmente, Francia y Holanda conquistaron algunas regiones estratégicas, como por ejemplo la isla de São Luís, las ciudades de Río de Janeiro y de Recife, y parte de los actuales estados de Pernambuco, Paraíba y Alagoas. Pese a estas ocupaciones, que finalmente fracasaron, se mantuvo, en el periodo colonial, la unidad lingüística y cultural del Brasil.
En 1530, la corona portuguesa expulsó a los franceses que rodeaban las costas del Brasil, ya que eran tierras que pertenecían a Portugal desde 1500.
En 1533, el rey de Portugal, Juan III, dividió el territorio de Brasil en 13 franjas o capitanías, de 150 millas de ancho cada una, lo que influyó en el carácter privado de la colonización portuguesa. Estas capitanías fueron repartidas u otorgadas a nobles portugueses de forma vitalicia y hereditaria a fin de obtener el mayor rendimiento con el mínimo de costos para la metrópoli. Los nobles que recibieron las mismas se comprometieron a evangelizar a los aborígenes, reclutar colonos y desarrollar económicamente la capitanía.
Durante 19 años la administración de las capitanías estuvo a cargo de los nobles, pero en 1549, el rey nombró un gobernador general o «Capitán mayor» representante del rey que administraría toda la colonia. El propósito de este gobierno era que el rey de Portugal gobernara a Brasil con el asesoramiento del Consejo Ultramarino, además de unificar el gobierno colonial. Sin embargo, aunque se pretendió quitar poderes a los capitanes generales, realmente continuaron dominando la colonia. Ellos, perdieron solamente facultades políticas pero mantuvieron sus privilegios económicos y continuaron con la esclavitud indígena. Desde los comienzos de la colonización, una de las actividades principales realizada por los terratenientes o capitanes generales en Brasil, fue las cacerías indígenas con el fin de esclavizarlos. Estos organizaron compañías militares o bandeiras que se organizaron para realizar expediciones al interior del territorio y de la selva amazónica, en busca de humanos para esclavizarlos. Aun así, los indígenas no fueron suficientes para la mano de obra por lo que recurrieron al uso de esclavos africanos a partir de 1530.