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La base Orcadas. Una gran historia Argentina. Historias de la Antártida. Cap. 6 por Tamara Culleton
¡Hola a todos y todas! Bienvenidos a «Historias de la Antártida», una propuesta de Aportes de la Historia. Soy Tamara Culleton, y los invito a descubrir la presencia argentina en el último continente. En el episodio de hoy, vamos a hablar sobre la Base Orcadas, el primer asentamiento en territorio antártico.
En el remoto Istmo de Ibarguren, en la Isla Laurie de las Orcadas del Sur, entre las Bahías de Scotia y Uruguay se encuentra la Base Orcadas (Imagen 1), la primera base antártica argentina y la presencia humana más antigua y continua en el continente. En el remoto archipiélago de las Islas Orcadas del Sur, situado a unos 1100 kilómetros al sudeste de la isla de los Estados, se extienden unas 40 islas e islotes, montañosos y cubiertos en su mayoría de hielo y nieve. La región, con un clima implacable y mar congelado la mayor parte del año, se encuentra casi en el límite del Sector Antártico Argentino (Imagen 2).
Esta base fue inaugurada el 1 de abril de 1903 por la Expedición Antártica Escocesa dirigida por William Speirs Bruce. En 1902,el Dr. William Speirs Bruce partió de Edimburgo para explorar la Antártida a bordo del «Scotia» (imagen 3). Tras ser atrapado por el hielo y forzado a invernar en las Orcadas del Sur, Bruce y su equipo construyeron «Omond House» (Imagen 4) en la isla Laurie, la cual se convirtió en el primer asentamiento humano en la Antártida. El gobierno argentino, interesado en expandir su presencia en la región, compró el observatorio y sus instalaciones en 1904.
El traspaso se formalizó mediante el Decreto del Poder Ejecutivo N° 3073 del 2 de enero de 1904, que aceptó las instalaciones ofrecidas por los escoceses y las entregó a la Oficina Meteorológica Argentina, dependiente del Ministerio de Agricultura. Entre los primeros argentinos en llegar estaba el joven estafeta Hugo Acuña, (Imagen 5) quien se encargó de la oficina postal en la base y documentó su experiencia en un diario que más tarde fue publicado (Imagen 6). Este joven también pasó a la historia como el primer argentino que izó el pabellón nacional en esas latitudes un 22 de febrero de 1904, por este motivo es el día en se celebra el Día de la Antártida Argentina (Imagen 7).
El observatorio original, construido en 1903 por los escoceses fue complementado en 1905 con una nueva casa principal, hoy conocida como Casa Moneta (Imagen 8). Esta última rinde homenaje a José Manuel Moneta, un técnico del Servicio Meteorológico y diplomático argentino que invernó allí durante cuatro años. Moneta dejó un valioso legado con su libro «Cuatro años en las Orcadas del Sur» y el documental «Entre los hielos de las Islas Orcadas», filmado en 1927 (Imagen 9).
En 1928, la base inauguró la primera estación radiotelegráfica antártica, estableciendo la primera comunicación radial entre la Antártida y el territorio argentino (Imagen 10). Esta innovación permitió que los datos meteorológicos recogidos en la base fueran utilizados para mejorar los pronósticos en Argentina.
Hoy en día, tanto la Casa Moneta como la Casa Omond, junto con un cementerio cercano, forman el Sitio y Monumento Histórico Nº 42 del Tratado Antártico. Durante cuarenta años, fue la única base argentina y la única en las Islas Orcadas del Sur. En 1952, la base pasó a depender formalmente de la Armada Argentina y hoy es una de las Bases permanentes argentinas (Imagen 11).
Actualmente, científicos y técnicos de la Dirección Nacional del Antártico y del Instituto Antártico Argentino, junto con otras instituciones, realizan investigaciones en meteorología, geología, glaciología, geofísica, magnetismo, atmósfera y biología. Muchas de estas investigaciones se llevan a cabo en el Laboratorio Antártico Multidisciplinario Orcadas, conocido como LABORC.
Vivir y trabajar en Orcadas es una experiencia extrema, la temperatura media anual en la base es de -4,9ºC, con un promedio de 1,3ºC en verano y -8,9ºC en invierno. La fauna local incluye pingüinos Barbijo y Adelia, aves como skúas, gaviota cocinera, petreles de las tormentas, petrel de las nieves y petrel damero. Entre los mamíferos, se encuentran elefantes marinos, lobos finos antárticos, focas de Weddell y cangrejeras (IMAGEN 12)
La Base Orcadas no solo simboliza el compromiso de Argentina con la exploración y la ciencia en la Antártida, sino que también es un testimonio vivo de la presencia argentina en el último continente. Así, Orcadas se establece como el baluarte de Argentina en la Antártida, marcando el inicio de una era de exploración y presencia en el último continente inexplorado. Durante los próximos 40 años, esta base será el punto de partida desde donde Argentina mantendrá su papel pionero en latitudes antárticas, defendiendo y ampliando su presencia en el vasto y desolado sur.
Mientras tanto, el continente blanco no será un lugar de calma y soledad. Las naciones del mundo, cada una con sus propios intereses y ambiciones, comenzarán a lanzar sus propias expediciones y establecer sus propias bases (Imagen 13 ). La Antártida, antes un remoto desierto de hielo, se transformará en un continente de creciente tensión, donde la rivalidad geopolítica y la búsqueda de recursos emergentes definirán el futuro de la región.
En los próximos capítulos, exploraremos cómo Argentina avanza en su ambiciosa extensión hacia el sur, desarrollando una red de refugios y bases en un continente que promete ser tanto un desafío como una oportunidad. El escenario está preparado para una competencia internacional que marcará la historia de la exploración y la geopolítica antártica.
Gracias por acompañarnos en este episodio de «Historias de la Antártida». No olviden seguirnos en nuestras redes sociales para estar al tanto de todas nuestras novedades y contenido exclusivo. ¡No se pierdan el próximo capítulo, donde continuaremos explorando nuestra historia al sur del sur! ¡Hasta el próximo episodio!
Inglés
Hello everyone! Welcome to «Stories from Antarctica», a proposal from Contributions of History. I am Tamara Culleton, and I invite you to discover the Argentine presence in the last continent. In today’s episode, we are going to talk about the Orcadas Base, the first settlement in Antarctic territory.
On the remote Ibarguren Isthmus, on Laurie Island in the South Orkneys, between the Bays of Scotia and Uruguay, is the Orcadas Base (Image 1), the first Argentine Antarctic base and the oldest and most continuous human presence on the continent.. In the remote archipelago of the South Orkney Islands, located about 1100 kilometers southeast of the island of States, there are about 40 islands and islets, mountainous and mostly covered in ice and snow. The region, with an implacable climate and frozen sea most of the year, is located almost on the edge of the Argentine Antarctic Sector (Image 2).
This base was inaugurated on April 1, 1903 by the Scottish Antarctic Expedition led by William Speirs Bruce. In 1902, Dr. William Speirs Bruce left Edinburgh to explore Antarctica aboard the «Scotia» (image 3). After being trapped by ice and forced to winter in South Orkney, Bruce and his team built «Omond House» (Image 4) on Laurie Island, which became the first human settlement in Antarctica. The Argentine government, interested in expanding its presence in the region, purchased the observatory and its facilities in 1904.
The transfer was formalized by Executive Decree No. 3073 of January 2, 1904, which accepted the facilities offered by the Scots and handed them over to the Argentine Meteorological Office, dependent on the Ministry of Agriculture. Among the first Argentines to arrive was the young postman Hugo Acuña, (Image 5) who ran the post office at the base and documented his experience in a diary that was later published (Image 6). This young man also went down in history as the first Argentine to raise the national flag in those latitudes on February 22, 1904, for this reason it is the day on which Argentine Antarctic Day is celebrated (Image 7).
The original observatory, built in 1903 by the Scots, was complemented in 1905 with a new main house, today known as Casa Moneta (Image 8). The latter pays tribute to José Manuel Moneta, a Meteorological Service technician and Argentine diplomat who wintered there for four years. Moneta left a valuable legacy with her book «Four Years in South Orkney» and the documentary «Between the Ice of the Orkney Islands», filmed in 1927 (Image 9).
In 1928, the base inaugurated the first Antarctic radiotelegraph station, establishing the first radio communication between Antarctica and Argentine territory (Image 10). This innovation allowed meteorological data collected at the base to be used to improve forecasts in Argentina.
Today, both Moneta House and Omond House, along with a nearby cemetery, form Antarctic Treaty Historic Site and Monument No. 42. For forty years, it was the only Argentine base and the only one in the South Orkney Islands. In 1952, the base formally became dependent on the Argentine Navy and today it is one of the permanent Argentine Bases (Image 11).
Currently, scientists and technicians from the National Antarctic Directorate and the Argentine Antarctic Institute, together with other institutions, carry out research in meteorology, geology, glaciology, geophysics, magnetism, atmosphere and biology. Much of this research is carried out at the Orkney Multidisciplinary Antarctic Laboratory, known as LABORC.
Living and working in Orkney is an extreme experience, the average annual temperature at the base is -4.9ºC, with an average of 1.3ºC in summer and -8.9ºC in winter. Local wildlife includes chinstrap and Adélie penguins, birds such as skuas, kelp gulls, storm petrels, snow petrels and dame petrels. Among the mammals, there are elephant seals, Antarctic fur seals, Weddell seals and crabeaters (IMAGE 12)
The Orcadas Base not only symbolizes Argentina’s commitment to exploration and science in Antarctica, but is also a living testimony of the Argentine presence on the last continent. Thus, Orkney is established as Argentina’s stronghold in Antarctica, marking the beginning of an era of exploration and presence in the last unexplored continent. For the next 40 years, this base will be the starting point from which Argentina will maintain its pioneering role in Antarctic latitudes, defending and expanding its presence in the vast and desolate south.
Meanwhile, the white continent will not be a place of calm and solitude. The nations of the world, each with their own interests and ambitions, will begin to launch their own expeditions and establish their own bases (Image 13). Antarctica, once a remote ice desert, will transform into a continent of growing tension, where geopolitical rivalry and the search for emerging resources will define the future of the region.
In the coming chapters, we will explore how Argentina advances its ambitious southward extension, developing a network of refuges and bases on a continent that promises to be both a challenge and an opportunity. The stage is set for an international competition that will mark the history of Antarctic exploration and geopolitics.
Thank you for joining us in this episode of «Stories from Antarctica». Don’t forget to follow us on our social networks to stay up to date with all our news and exclusive content. Don’t miss the next chapter, where we will continue exploring our history south of the south! See you next episode!
Alemán
Hallo zusammen! Willkommen bei „Stories from Antarctica“, einem Vorschlag von Contributions of History. Ich bin Tamara Culleton und lade Sie ein, die argentinische Präsenz auf dem letzten Kontinent zu entdecken. In der heutigen Folge sprechen wir über die Orcadas Base, die erste Siedlung im antarktischen Gebiet.
Auf der abgelegenen Landenge Ibarguren, auf Laurie Island in den südlichen Orkneys, zwischen den Buchten von Scotia und Uruguay, befindet sich die Orcadas-Basis (Bild 1), die erste argentinische Antarktisbasis und die älteste und kontinuierlichste menschliche Präsenz auf dem Kontinent. Im abgelegenen Archipel der Süd-Orkney-Inseln, etwa 1100 Kilometer südöstlich der Inselstaaten gelegen, gibt es etwa 40 Inseln und Inselchen, bergig und größtenteils mit Eis und Schnee bedeckt. Die Region mit einem unerbittlichen Klima und fast ganzjährig gefrorenem Meer liegt fast am Rande des argentinischen Antarktissektors (Bild 2).
Diese Basis wurde am 1. April 1903 von der schottischen Antarktisexpedition unter der Leitung von William Speirs Bruce eingeweiht. Im Jahr 1902 verließ Dr. William Speirs Bruce Edinburgh, um an Bord der „Scotia“ die Antarktis zu erkunden (Bild 3). Nachdem Bruce und sein Team vom Eis eingeschlossen und zum Überwintern auf den Süd-Orkney-Inseln gezwungen wurden, bauten sie auf Laurie Island das „Omond House“ (Bild 4), das zur ersten menschlichen Siedlung in der Antarktis wurde. Die argentinische Regierung, die daran interessiert war, ihre Präsenz in der Region auszubauen, kaufte 1904 das Observatorium und seine Einrichtungen.
Die Übertragung wurde durch das Exekutivdekret Nr. 3073 vom 2. Januar 1904 formalisiert, das die von den Schotten angebotenen Einrichtungen akzeptierte und sie dem argentinischen Wetteramt übergab, das dem Landwirtschaftsministerium untersteht. Zu den ersten Argentiniern, die ankamen, gehörte der junge Postbote Hugo Acuña (Bild 5), der das Postamt am Stützpunkt leitete und seine Erfahrungen in einem Tagebuch dokumentierte, das später veröffentlicht wurde (Bild 6). Dieser junge Mann ging auch als erster Argentinier in die Geschichte ein, der am 22. Februar 1904 die Nationalflagge in diesen Breiten hisste. Aus diesem Grund wird an diesem Tag der argentinische Antarktistag gefeiert (Bild 7).
Das ursprüngliche Observatorium, das 1903 von den Schotten erbaut wurde, wurde 1905 durch ein neues Haupthaus ergänzt, das heute als Casa Moneta bekannt ist (Bild 8). Letzteres ist eine Hommage an José Manuel Moneta, einen Techniker des Meteorologischen Dienstes und argentinischen Diplomaten, der dort vier Jahre lang überwinterte. Moneta hinterließ mit ihrem Buch „Four Years in South Orkney“ und dem 1927 gedrehten Dokumentarfilm „Between the Ice of the Orkney Islands“ ein wertvolles Erbe (Bild 9).
Im Jahr 1928 weihte die Basis die erste Funktelegrafenstation in der Antarktis ein und stellte die erste Funkverbindung zwischen der Antarktis und argentinischem Territorium her (Bild 10). Diese Innovation ermöglichte die Nutzung der an der Basis gesammelten meteorologischen Daten zur Verbesserung der Vorhersagen in Argentinien.
Heute bilden sowohl das Moneta House als auch das Omond House zusammen mit einem nahegelegenen Friedhof die historische Stätte und das Denkmal Nr. 42 des Antarktisvertrags. Vierzig Jahre lang war es der einzige argentinische Stützpunkt und der einzige auf den Süd-Orkney-Inseln. Im Jahr 1952 wurde der Stützpunkt offiziell von der argentinischen Marine abhängig und ist heute einer der ständigen argentinischen Stützpunkte (Bild 11).
Derzeit führen Wissenschaftler und Techniker des Nationalen Antarktis-Direktorats und des Argentinischen Antarktis-Instituts zusammen mit anderen Institutionen Forschungen in den Bereichen Meteorologie, Geologie, Glaziologie, Geophysik, Magnetismus, Atmosphäre und Biologie durch. Ein Großteil dieser Forschung wird im Orkney Multidisciplinary Antarctic Laboratory, bekannt als LABORC, durchgeführt.
Das Leben und Arbeiten auf den Orkney-Inseln ist ein extremes Erlebnis. Die durchschnittliche Jahrestemperatur an der Basis beträgt -4,9 °C, mit durchschnittlich 1,3 °C im Sommer und -8,9 °C im Winter. Zu den heimischen Wildtieren zählen Zügel- und Adéliepinguine sowie Vögel wie Skuas, Seetangmöwen, Sturmschwalben, Schneesturmvögel und Frauensturmvögel. Zu den Säugetieren zählen See-Elefanten, antarktische Pelzrobben, Weddellrobben und Krabbenfresser (BILD 12).
Die Orcadas-Basis symbolisiert nicht nur Argentiniens Engagement für Erforschung und Wissenschaft in der Antarktis, sondern ist auch ein lebendiges Zeugnis der argentinischen Präsenz auf dem letzten Kontinent. Damit etabliert sich Orkney als Argentiniens Hochburg in der Antarktis und markiert den Beginn einer Ära der Erforschung und Präsenz auf dem letzten unerforschten Kontinent. Für die nächsten 40 Jahre wird dieser Stützpunkt der Ausgangspunkt sein, von dem aus Argentinien seine Vorreiterrolle in den antarktischen Breiten aufrechterhalten und seine Präsenz im riesigen und trostlosen Süden verteidigen und ausbauen wird.
Unterdessen wird der weiße Kontinent kein Ort der Ruhe und Einsamkeit sein. Die Nationen der Welt, jedes mit seinen eigenen Interessen und Ambitionen, werden beginnen, ihre eigenen Expeditionen zu starten und ihre eigenen Stützpunkte zu errichten (Bild 13). Die Antarktis, einst eine abgelegene Eiswüste, wird sich in einen Kontinent zunehmender Spannungen verwandeln, auf dem geopolitische Rivalität und die Suche nach neuen Ressourcen die Zukunft der Region bestimmen werden.
In den kommenden Kapiteln werden wir untersuchen, wie Argentinien seine ehrgeizige Erweiterung nach Süden vorantreibt und ein Netzwerk von Zufluchtsorten und Stützpunkten auf einem Kontinent aufbaut, der sowohl eine Herausforderung als auch eine Chance zu sein verspricht. Die Bühne ist bereitet für einen internationalen Wettbewerb, der die Geschichte der Antarktisforschung und Geopolitik prägen wird.
Vielen Dank, dass Sie in dieser Folge von „Stories from Antarctica“ dabei waren. Vergessen Sie nicht, uns in unseren sozialen Netzwerken zu folgen, um über alle Neuigkeiten und exklusiven Inhalte auf dem Laufenden zu bleiben. Verpassen Sie nicht das nächste Kapitel, in dem wir unsere Geschichte südlich des Südens weiter erkunden werden! Bis zur nächsten Folge!
Francés
Bonjour à tous! Bienvenue dans «Histoires de l’Antarctique», une proposition de Contributions of History. Je m’appelle Tamara Culleton et je vous invite à découvrir la présence argentine sur le dernier continent. Dans l’épisode d’aujourd’hui, nous allons parler de la base Orcadas, la première colonie en territoire antarctique.
Sur l’isthme isolé d’Ibarguren, sur l’île Laurie dans les Orcades du Sud, entre les baies de Scotia et d’Uruguay, se trouve la base Orcadas (Image 1), la première base antarctique argentine et la présence humaine la plus ancienne et la plus continue sur le continent. Dans l’archipel isolé des îles Orcades du Sud, situé à environ 1 100 kilomètres au sud-est de l’île des États, se trouvent environ 40 îles et îlots, montagneux et pour la plupart recouverts de glace et de neige. La région, au climat implacable et à la mer gelée la majeure partie de l’année, est située presque à la limite du secteur antarctique argentin (Image 2).
Cette base a été inaugurée le 1er avril 1903 par l’expédition antarctique écossaise dirigée par William Speirs Bruce. En 1902, le Dr William Speirs Bruce quitta Édimbourg pour explorer l’Antarctique à bord du « Scotia » (image 3). Après avoir été piégés par les glaces et contraints d’hiverner dans les Orcades du Sud, Bruce et son équipe ont construit « Omond House » (Image 4) sur l’île Laurie, qui est devenue le premier établissement humain en Antarctique. Le gouvernement argentin, désireux d’étendre sa présence dans la région, acheta l’observatoire et ses installations en 1904.
Le transfert a été officialisé par le décret exécutif n° 3073 du 2 janvier 1904, qui acceptait les facilités offertes par les Écossais et les remettait au Bureau météorologique argentin, dépendant du ministère de l’Agriculture. Parmi les premiers Argentins arrivés se trouvait le jeune facteur Hugo Acuña (Image 5), qui dirigeait le bureau de poste de la base et a documenté son expérience dans un journal publié plus tard (Image 6). Ce jeune homme est également entré dans l’histoire comme le premier Argentin à hisser le drapeau national sous ces latitudes le 22 février 1904, c’est pour cette raison que c’est le jour où est célébrée la Journée de l’Antarctique argentin (Image 7).
L’observatoire d’origine, construit en 1903 par les Écossais, a été complété en 1905 par une nouvelle maison principale, aujourd’hui connue sous le nom de Casa Moneta (Image 8). Ce dernier rend hommage à José Manuel Moneta, technicien du Service météorologique et diplomate argentin qui y a hiverné pendant quatre ans. Moneta a laissé un héritage précieux avec son livre « Quatre ans dans les Orcades du Sud » et le documentaire « Entre les glaces des îles Orcades », tourné en 1927 (Image 9).
En 1928, la base inaugure la première station radiotélégraphique antarctique, établissant la première communication radio entre l’Antarctique et le territoire argentin (Image 10). Cette innovation a permis d’utiliser les données météorologiques collectées à la base pour améliorer les prévisions en Argentine.
Aujourd’hui, les maisons Moneta et Omond, ainsi qu’un cimetière voisin, forment le site historique et le monument n° 42 du Traité sur l’Antarctique. Pendant quarante ans, elle fut la seule base argentine et la seule des îles Orcades du Sud. En 1952, la base est devenue officiellement dépendante de la marine argentine et est aujourd’hui l’une des bases permanentes argentines (Image 11).
Actuellement, des scientifiques et des techniciens de la Direction nationale de l’Antarctique et de l’Institut argentin de l’Antarctique, ainsi que d’autres institutions, effectuent des recherches en météorologie, géologie, glaciologie, géophysique, magnétisme, atmosphère et biologie. Une grande partie de ces recherches sont menées au Laboratoire multidisciplinaire antarctique des Orcades, connu sous le nom de LABORC.
Vivre et travailler dans les Orcades est une expérience extrême, la température annuelle moyenne à la base est de -4,9°C, avec une moyenne de 1,3°C en été et de -8,9°C en hiver. La faune locale comprend les manchots à jugulaire et Adélie, des oiseaux tels que les labbes, les goélands varech, les pétrels tempête, les pétrels des neiges et les pétrels dame. Parmi les mammifères, on retrouve les éléphants de mer, les otaries à fourrure de l’Antarctique, les phoques de Weddell et les crabiers (IMAGE 12)
La base Orcadas symbolise non seulement l’engagement de l’Argentine dans l’exploration et la science en Antarctique, mais constitue également un témoignage vivant de la présence argentine sur ce dernier continent. Ainsi, les Orcades deviennent le bastion de l’Argentine en Antarctique, marquant le début d’une ère d’exploration et de présence sur le dernier continent inexploré. Au cours des 40 prochaines années, cette base sera le point de départ à partir duquel l’Argentine maintiendra son rôle de pionnier sous les latitudes antarctiques, défendant et élargissant sa présence dans le sud vaste et désolé.
Pendant ce temps, le continent blanc ne sera pas un lieu de calme et de solitude. Les nations du monde, chacune avec ses propres intérêts et ambitions, commenceront à lancer leurs propres expéditions et à établir leurs propres bases (Image 13). L’Antarctique, autrefois un désert de glace isolé, se transformera en un continent aux tensions croissantes, où la rivalité géopolitique et la recherche de ressources émergentes définiront l’avenir de la région.
Dans les prochains chapitres, nous explorerons comment l’Argentine poursuit son ambitieuse extension vers le sud, en développant un réseau de refuges et de bases sur un continent qui promet d’être à la fois un défi et une opportunité. Le décor est planté pour un concours international qui marquera l’histoire de l’exploration et de la géopolitique de l’Antarctique.
Merci de vous joindre à nous dans cet épisode de «Histoires de l’Antarctique». N’oubliez pas de nous suivre sur nos réseaux sociaux pour rester informé de toutes nos actualités et contenus exclusifs. Ne manquez pas le prochain chapitre, où nous continuerons à explorer notre histoire au sud du sud! Au prochain épisode
Edición: Max Van Hauvart Duart (Nobu) y Carlos Van Hauvart.
Gráfica: Florencia Benítez.