Dos palabras acerca de la fuente que integran esta edición. Se trata de las declaraciones de cautivos existentes en la sección Comandancia de Fronteras de la Sala Novena del Archivo General de la Nación y otros legajos del mismo fondo documental. Su texto ha sido modernizado para facilitar la lectura de un público amplio y no solo académico.
Declaración del cautivo Felipe Barquero, mayo de 1772
Señor Gobernador y capitán General.
Señor.
El maestre de campo Don Ventura Chavarría de la punta del Sauce de San Luis ha enviado a esta Guardia al cautivo que se escapó de los Indios Infieles Felipe Barquero para que tomado el informe se le volviese a enviar por ser casado y tener madre y familia; Y aunque ha declarado que la Indiada en que estuvo cautivo se hallan sus tolderías, en la cañada del tigre; en los manantiales de tetelen; en la Laguna Amarga, en la Laguna Salada; en la Laguna Guecal y en la Laguna de la punta de las Víboras; como también el cacique que le nombran Padre y parece que ha sido Jesuita con bastante Indiada, reside en una Isla que llaman del calal, procedente del Río de Mendoza llamado tunaya que desembocan a este otros Riachuelos, me ha parecido enviar a dicho cautivo a la presencia de V.S. para que quede mas largamente informado V.S. de otras menudencias que puedan convenir.
Con esta ocasión rindo mi obediencia a los Venerados preceptos de V.S. y pido a Dios guarde la importante vida de V.S. m. y felices a. Guardia del Pergamino. 8 de Mayo de 1772.
de V.S.
su rendido servidor
Francisco Faijo y Noguera
Señor Don. Juan Joseph de Vértiz
En Buenos aires día trece de Mayo de mil setecientos setenta y dos, el Señor Teniente General y [Auditor] de Guerra, en virtud de lo mandado por el auto precedente, y habiendo comparecido ante sí el sujeto a quien se manda tomarle su declaración su Señoría. Por ante mí el [Susodicho] le preguntó cómo se llamaba de dónde era natural, y que religión profesa: Dijo se llama Felipe Barquero, que es natural del Pueblo de San Luis de Loyola Indio criollo, cristiano católico Apostólico Romano, cuya religión profesa por lo que y hallándole [ilegible] en la Lengua Castellana; se le recibió juramento que hizo por Dios nuestro Señor y a una señal de su Santa cruz según derecho por el que prometió decir la verdad y lo que supiere de lo que fuere preguntado.
Y siéndole que es lo que expuso al Capitán de la Guardia de Pergamino Don Francisco Faijo y Noguera y al Comandante Don Joaquín Estefani de Bamfi acerca de hallarse un Jesuita establecido en las tolderías de Indios dijo: que hallándose en un paraje llamado las pulgas jurisdicción de San Luis de Loyola, en la octava de San Antonio, del invierno pasado, acometieron los Indios Ranqueles a su casa que era un puesto de la Estancia del Maestre de campo Joseph Quiroga, fue y lo cautivaron juntamente con una hija, una sobrina y un hermanito suyo, y los llevaron a los parajes donde habitan y se llaman el Tigre, la Laguna Salada y la Amarga, donde estuvo seis meses porque salió en el mes de diciembre de entre ellos: Que hallándose en el Río [Tuncia] (para el sur, como cien leguas) con los indios que le tenían cautivo, una tarde llegaron diez indios de otra nación que pasaron el Río y uno de ellos que era el superior y Cacique, tenía el color blanco y colorado como español y le llamaban [Patino o Patiro] , que entre ellos quiere decir Padre, y por esto y por su color le pareció al declarante que pueda ser algún sacerdote español, que amado de los indios le habían hecho su Cacique. Que habiendo salido de los Indios ha contado esto a todas las personas a quien se ha ofrecido, y con esta noticia escribió el Capitán comandante Don Joaquín Bamfi, al Maestre de campo Chavarria para que lo trajesen al declarante, a quien refirió lo mismo que lleva dicho, pero que nunca ha sentado que sea jesuita, sino que pudiera ser. Que es cierto también que oyó a los indios que le tenían cautivo que ese cacique, no permitía que pasasen los indios a hacer daño a los cristianos. Que el día que llegó el dicho Cacique con los indios, estaban tratando de venderlo al declarante, y aquella noche pudo coger un caballo, y se huyó para su casa. Habiéndosele leído el informe de Don Joaquín Estefani de Bamfi: Dice que no ha dicho el declarante que el Cacique es jesuita de Chile, ni que tenga una hija sola, ni que esté atrincherado en paraje inaccesible, lo que entiende bien el declarante qué quiere decir inaccesible, y solo sí que está en una Isla, que Isla se llama, un bosque en medio del campo cerrado de arboleda y lo demás que contiene dicho informe es cierto que lo ha dicho, por que lo oyó decir a los Indios, que le tenían cautivo: Y leídole también el informe del Maestre de Campo digo Capitán Don Francisco Faijo y Noguera, dice que es cierto y lo mismo que dijo sin que tenga más que decir, y que es la verdad en cargo del juramento [ilegible] Y leídole esta su declaración en ella se afirmó y ratificó, no firmó por que dijo no saber, y no supo dar razón de su edad, y al parecer tendrá según su aspecto de treinta y cinco a cuarenta años, lo firmó su Señoría y en fe de ello yo el Escribano…
Mayo, Carlos (Ed.), Fuentes para el estudio de la frontera, voces y testimonios de cautivos, fugitivos y renegados. (1752-1790), Grupo Sociedad y Estado “Ángela Fernández”, F.H., Depto. De Historia, UNMdP, 2002, pp.(28:30).
Edición y corrección: Van Hauvart Duart, Maximiliano L. Estudiante de Letras. FH, UNMdP.