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Las armas de la Conquista de Alberto Salas | Carlos Van Hauvart | Cap 1 | Historias coloniales

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Las armas de la Conquista de Alberto Salas | Carlos Van Hauvart | Cap 1 | Historias coloniales

Guión por Prof. Diana Duart y Prof. Carlos Van Hauvart

¿Por qué sociedades complejas como el Imperio Azteca o Inca cayeron tan rápidamente ante la conquista y no sucedió de la misma manera con las sociedades menos complejas como los cazadores recolectores   Chichimecas en el Norte de México o los Araucanos en el sur del continente que resistieron  proceso de conquista?

Para el primer caso se sostuvo, durante mucho tiempo,  que esto fue producto de la tecnología militar que poseían los españoles frente a la superioridad numérica de sus adversarios.  Sin embargo, la respuesta es mucho más compleja.

Quien empezó a cuestionar esta tesis fue el historiador Alberto Mario Salas en su libro “Las armas de la Conquista” publicado en 1950.

Los españoles rápidamente se dieron cuenta que no solo se debe luchar contra armas desconocidas sino frente al asombro que ellas producen, más allá de su efectividad. Esta fue su principal ventaja.

Pero estos también sufrieron  el terror  y asombro frente a las armas de los aztecas: flechas envenenadas, la antropofagia, los gritos entre otros, etc.

El valor en el campo de batalla es otro elemento a tener en cuenta. Más allá de las crónicas españolas, que realzan el valor de los propios y la cobardía de sus oponentes, lo cierto es que fue una lucha despiadada.

Los españoles sabían que para dispersar una muchedumbre era necesario acabar rápidamente con el Jefe o los Jefes en el campo de batalla. Vencido él todos son vencidos.

Las técnicas de combate o enfrentamientos eran tan diferentes que los españoles se tuvieron que adaptar. Mientras los aztecas buscaban hacer prisioneros para luego ser sacrificados en lo que ellos denominaban “guerras floridas”, los españoles mataban a sus contrincantes.

Salas se pregunta a qué armas ofensivas enfrentaron los españoles.

El arco y la flecha, estas últimas eran de punta de madera perfectamente afiladas y envenenadas. Al hacer impacto en el cuerpo de sus adversarios estas puntas se rompían y era muy difícil sacarlas. En el campo de combate le tenían horror a la lluvia de flechas porque los aztecas eran muy eficientes en este estilo.

Sin embargo, el arma más eficaz y usada en México y Perú fueron la estolica y tiradera. Te dejamos una tarjeta para que puedas ver su uso y comprobar su eficacia. https://www.youtube.com/watch?v=FaAjGwCpIpU

Ante estas armas ofensivas, los españoles usaron las armas defensivas que poseían los pueblos originarios. La más importante arma defensiva fue el denominado ESCAUPIL (tela rellenada con plumas y algodón que cubría el torso y las piernas) que detenían las flechas y los dardos de la estolica y tiradera. Los españoles también cubrieron a los caballos dándoles aspecto más siniestro a sus figuras. Cuando veas alguna película sobre la conquista y notes que los españoles están con las armaduras de acero te darás cuenta que es más un efecto de Hollywood.

¿Qué armas poseían los españoles que producían terror? El caballo fue uno de ellos, pero primeramente los aztecas e incas los admiraron y divinizaron ante la curiosidad producida por este animal al cual denominaron “los grandes ciervos”. Creían que el relincho era un lenguaje entre el hombre y la bestia. Los aztecas primero se enfrentaban con los soldados de a pie y rehuían el combate contra el caballo y su jinete.

Sin embargo, el arma más eficaz y terrorífica a la cual tuvieron que enfrentarse los pueblos originarios fueron los perros, más específicamente los mastines de combate. En el continente no desconocían a los perros, pequeños y mudos como nos han relatado las diferentes crónicas.

Pero los perros de combate que los atacaban protegidos con escaupiles dándole un aspecto grotesco generaron horror cada vez que había enfrentarlos. Eran la primera línea de combate seguidos de los soldados a pie y, por último la caballería, que era acompañado de los estruendos de las poco eficaces armas de fuego.

Para finalizar el autor nos explica que los cazadores recolectores se familiarizaron con las armas ofensivas de los conquistadores. Empiezan a dominar al caballo para valerse de él y a defenderse de este, usando lanzas largas.  Se vuelven mucho más eficaces a la hora de luchar, eligiendo el terreno y el momento. Los caballos se empezaron a multiplicar en todos los territorios convirtiéndose en cimarrones. Rápidamente los perros mastines de combate que fueron capturados se convirtieron en un aliado indispensable. Los españoles los evitaban cuando sabían que poseían estos animales.

En esta brevísima síntesis de la importante obra de Alberto Mario Salas “las armas de la conquista” podemos ver que el proceso de conquista de la sociedad compleja de los aztecas e incas no fue producto principalmente de la tecnología militar. Y cuando estas se deben analizar, hay otras variables que cobran importancia como hemos visto.

Edición

Max Van Hauvart Duart, estudiante FCSYTS-UNMdP

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