Aportes de la Historia

Notas dispersas sobre Historia

Las imágenes, los imaginarios y la occidentalización a través de Serge Gruzinski.

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Guion

Francisco Colonna

 

El proyecto de occidentalización

Hola a todos y todas. Les damos la bienvenida al canal de Aportes de la Historia. En el capítulo de hoy, abordaremos el concepto de occidentalización, propuesto por el historiador francés Serge Gruzinski, con el objetivo de reflexionar acerca del proceso de Conquista de América. Trabajaremos a partir del capítulo “Las imágenes, los imaginarios y la occidentalización”, incluido en el libro “Para una historia de América”, compilado por Carmagnani, Hernández Chávez y Romano. Vamos a comenzar…

Para Gruzinski, el proceso de Conquista no fue solamente una fuente de perturbaciones y caos. En el caso español, tuvo lugar un intento descomunal para transformar seres y cosas, que por mucho tiempo estuvo mal expresado con el término “colonización”. Para el autor, es preferible emplear entonces utilizar el concepto de “occidentalización”. Pero entonces, ¿qué es la occidentalización? Es el proyecto por el cual los españoles intentaron implantar en América las instituciones, prácticas y creencias europeas, y, a partir de ellas, transformar a los indígenas. Fue una obra que involucró instituciones, grupos –frailes, letrados, conquistadores, etc.-, así como a familias, linajes o individuos aislados, la mayor parte provenientes de España. Una vez en América, todas esas fuerzas se empeñaron en construir una réplica de la sociedad que habían dejado en Europa.

            Esta construcción del territorio y de la sociedad colonial se realizó a manera de duplicación. Esto explica, por ejemplo, el surgimiento de infraestructura de tipo europeo: la construcción de ciudades, puertos, caminos, fortalezas y arsenales, así como la creación de universidades, catedrales, iglesias, capillas, entre muchas otras edificaciones. Así también nacieron Nueva España, Nueva Galicia, Nueva Castilla. Esta expansión estuvo acompañada por la uniformidad de la lengua y de la fe. Desde Florida hasta Chile, el castellano fue el instrumento de la administración, la lengua de los vencedores, pero también de los mestizos, los negros y los mulatos y de los notables indígenas.

            La réplica del Viejo Mundo no excluía a los pueblos indígenas. Mejor dicho, los necesitaba. Las élites indígenas fueron en todas partes intermediarias entre los europeos y la mayoría de los indígenas. Estos últimos suministraron la mano de obra necesaria para las obras que se realizaron en gran parte del continente, produjeron los artículos y mercancías que requerían los vencedores y extrajeron el oro y la plata de las minas. Sin embargo, la integración tuvo una condición muy importante: los vencidos tuvieron que dejar atrás sus creencias. Todos fueron obligados a convertirse al cristianismo. Como la religión cristiana era una parte fundamental de las creencias y las prácticas cotidianas de los europeos, los indígenas debían dejar su religión atrás y aceptar la nueva, impuesta por los conquistadores. Es por eso que la occidentalización se expresó de manera más clara a través de un gran proceso de evangelización.”

            Ahora bien, veamos un fragmento del autor, que se detiene a pensar acerca el resultado de ese proceso de evangelización, en este caso poniendo el foco en el caso mexicano. Medio siglo después de la Conquista, ¿se habían vuelto cristianos los indios de México? La actitud de los diferentes actores nos muestra respuestas muy diversas. Las voces que se elevaron para denunciar la presencia de la idolatría siguieron siendo raras y aisladas. (…) El dominico Diego Durán llenaba sus escritos con denuncias contra los indios y con advertencias de rara lucidez. La superstición se deslizaba por doquier, tanto en la ciudad como en el campo (…). Los anillos que llevaban los ancianos, por temor a la llegada de la muerte, la ceremonia de la perforación de las orejas de niñas y mujeres, la inauguración de una casa, eran otros tantos actos sospechosos. (…) Se seguía rapando la cabeza de los niños, se les seguía cubriendo con plumas de aves salvajes o poniéndoles una goma, el ule, sobre la cabeza o sobre la frente.

            Gruzinski nos advierte que si bien hubo una imposición de la religión cristiana hacia los indígenas, las antiguas creencias no desaparecieron. Conviviendo en un entorno que perseguía violentamente a aquel que creyera en algo distinto al dios cristiano, los indígenas continuaron transmitiendo y practicando su propia religión, a través de ritos, ceremonias o incluso de los más pequeños actos.

            Para finalizar, en este episodio presentamos la idea de la occidentalización, entendida como un intento de los europeos por replicar el mundo europeo en América. Aunque este proceso tuvo muchas modalidades, una de las más importantes fue la evangelización, que buscó convertir a los indígenas al cristianismo y eliminar sus antiguas creencias. Como vimos, Gruzinski encuentra que este proceso no tuvo un éxito total, y que existieron ritos y ceremonias indígenas que sobrevivieron frente a la evangelización. Para este autor, la convivencia de estas formas de ver el mundo dio lugar a un fenómeno muy importante, conocido como el mestizaje (no te preocupes, lo vamos a trabajar en otro video).

 

Edición: Max Van Hauvart Duart (Nobu Voyage) y Carlos Van Hauvart.

Grafica y diseño web: Florencia Benítez.

 

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