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Derecho de propiedad intelectual de Aportes de la Historia RL-2017-11728123-APN-DNDA·MJ
Introducción:
En el segundo cuatrimestre del año 2017 los integrantes de las Cátedras de Historia General de América Preindependiente e Historia General de América Contemporánea de la UNMdP, Facultad de Humanidades del Departamento de Historia participaron del dictado de un curso en la ciudad de Necochea cuyo objetivo era que los participantes, graduados de Institutos de Formación Docente pudieran acreditar el grado de Licenciados en Historia por nuestra Universidad. El objetivo final para su aprobación era la elección de un tema y abordarlo como un texto escolar en donde se enmarcarán cuestiones académicas tratadas en Instituciones Universitarias o de Formación Docente, en donde se remarcaran líneas argumentales de un autor y su obra o de varios confrontando sus hipótesis y marcos de análisis.
Para Aportes de la Historia es un enorme placer poner a disposición de nuestros colegas, alumnos y el público en general, los resultados de los Colegas que gentilmente han cedido su obra para su circulación. Obra que próximamente será edita como libro electrónico, por el Grupo de Estudios Latinoamericanos dependiente del Centro de Estudios Históricos de la Facultad de Humanidades de nuestra casa de estudios.
Agradecer además a todo el personal auxiliar que en la ciudad de Necochea nos ayudó y acompaño, al Centro Cultural de la ciudad, hermoso lugar en el cual nos hemos sentido como nuestra casa y por último a los colegas que nos acompañaron en el curso que con su respeto, bonhomía y afecto hizo tan grata nuestra tarea y nunca nos cansaremos de agradecer y recordar.
LAS REBELIONES EN EL MUNDO ANDINO
por Susana Raquel Garcia
En la región andina del Perú en el siglo XVIII, más precisamente a comienzos de 1780, se iniciaron una serie de rebeliones de las comunidades aborígenes lugareñas. Las más relevantes fueron las encabezadas por José Gabriel Condorcanqui (Tupac Amaru), Tomás Katari y Julián Apaza (Tupac Katari). (link que dirige a cartografía propia)
Estas rebeliones se produjeron en el Virreinato del Oerú y en el Alto Perú que dependía del Virreinato del Ro de la Rata. Miles de aborígenes, de habla quichua y aymará avanzaron sobre las más importantes ciudades del antiguo Imperio Incaico como Cuzco, Arequipa, La Paz y Chuquisaca, entre otras. Abarcaron además, extensas áreas rurales cuyas tierras eran propiedad de las comunidades indígenas en forma colectiva, centros ganaderos y textiles y principalmente la región de Potosí, productora de plata que constituía la mayor riqueza, por su valor de exportación.
Si bien no era la primera vez que se producían rebeliones, la diferencia fue la violencia de las mismas y la fuerte adhesión de las comunidades aborígenes para responder a las decisiones de sus jefes.
El descontento de las comunidades por el mal gobierno de las autoridades coloniales surge como el motivo fundamental de dichos levantamientos.
Los abusos de los corregidores al impartir justicia, el cobro abusivo de tributos, los excesos al tiempo de reclutar la mita, la mengua sobre la política de autonomía comunal, el reparto arbitrario de mercancía, que los indios eran obligados a comprar, también eran gravosos los donativos destinados a las festividades religiosas, es decir los indígenas se levantaban en defensa de sus intereses. La frase “Viva el Rey, muera el mal gobierno» expresa en forma sucinta el sentir de los pueblos originarios.
Las formas ilegales para designar a los caciques y la cooptación de los mismos por las autoridades españolas provocaron también descontentos. y en este sentido cada sector de la compleja sociedad indiana, trataba de mantener sus derechos y/o los beneficios que habían conseguido: indios, mestizos, criollos, españoles, lucharon por igual en los levantamientos o en algunos casos esperaron expectantes la resolución de los conflictos. Puede afirmarse que en la región peruana se produjo la mayor crisis de la dominación colonial española.
AI respecto, el historiador argentino Sergio Serulnikov en su libro “Revolución en los Andes», expresa «Ningún evento conmocionó los cimientos del orden colonial en Hispanoamérica como el masivo levantamiento de los pueblos andinos del Perú a comienzos de la década de 1780»
LAS GRANDES REBELIONES
Denominamos así a los levantamientos que cronológicamente se ubican en el último cuarto del siglo XVIII y otros anteriores como el de Juan Santos Atahualpa en 1742 en la zona selvática del Perú.
QUIEN FUE TOMÁS KATARI?
Las comunidades indígenas andinas depositaban su confianza en miembros de la misma que los representara en la defensa de sus intereses, ante las autoridades coloniales, aunque esa persona no detentara la jerarquía de cacique, ese fue el caso de Tomás Katari en la comunidad rural de Macha.
El pueblo rural de Macha, en la provincia de Chayanta al norte de Potosí, se dirigió a la ciudad de La Rata (actual Bolivia) para denunciar ante las autoridades, a su cacique y al corregidor Juan Alós con quien tenían problemas de larga data.
Del grupo de indios aymarás que se presentaron ante la Real Audiencia se encontraba Tomás Katari, considerado por sus pares como legítimo jefe y reclamaban se lo nombrara como nuevo recaudador de impuestos del pueblo de Macha.
Aunque eran legítimos los reclamos el corregidor Alós hizo azotar a Katari y ordenó su detención. Corría el año 1778 cuando Katari recupera la libertad, y toma la decisión de viajar a Buenos Ares para hacer en forma directa la denuncia al Virrey del Ro de la Plata Don Juan José de Vértiz
El Virrey escuchó a Katari y dispuso que la Audiencia designara un juez comisionado, que se ocupara de las denuncias, pero lejos de obedecer, las autoridades alto-peruanas demoraron el trámite, y esto fue aprovechado por el corregidor Alós para arrestar nuevamente a Katari en una cárcel de mayor seguridad.
Las idas y vueltas se repitieron, encarcelamientos y forzadas liberaciones sin tener en cuenta las recomendaciones del Virrey de no tomar represalias contra los indios y su jefe hasta tanto se investigasen las acusaciones contra el corregidor.
Los objetivos de la lucha de Katari eran el nombramiento de un nuevo corregidor que impartiera justicia con imparcialidad, pero el requerimiento para las autoridades coloniales era inadmisible y aunque los redamos fueran verdaderos el fiscal de la Audiencia ordenó nuevamente su encarcelamiento.
Pese a los intentos de Katari por recomponer los vínculos entre los indios y las autoridades coloniales y haber aumentado la recaudación de los tributos en beneficio de los españoles, sus demandas no iban a lograr el éxito que esperaba. En diciembre de 1780 las autoridades de la Audiencia apresaron a Katari, quien terminó perdiendo su vida a manos de quienes debían custodiarlo.
Luego de los levantamientos y ante la violencia de los mismos, las autoridades coloniales tomaron algunas medidas para paliar los reclamos, comienzan a nombrarse caciques requeridos por las comunidades en reemplazo de los caciques mestizos designados por los corregidores, la disminución del reparto forzoso de mercancías y un mayor cuidado, tanto en la recaudación de tributos, como en la leva para la mita minera.
Como hemos dicho estos levantamientos, que fueron decenas, no tenían como objetivo desconocer la autoridad del Rey de España, ni separarse del Imperio, sus propósitos siempre fueron el reemplazo de algunas autoridades españolas que cometían actos de corrupción y actuaban en perjuicio de los pueblos aborígenes.
LA REBELION DE TUPAC AM ARU II
Gabriel Condorcanqui, TupacArnaru II, era cacique con derecho hereditario, descendía de una familia de la aristocracia incaica de la provincia de Canas y Canchis, en la región serrana del sur de Perú, era un rico propietario de tierras y ganado. Por su jerarquía tenía frecuentes relaciones con las autoridades coloniales españolas, en sus reuniones vestía a la usanza europea, había recibido una esmerada educación y asistido al Colegio de Cuzco, dirigido por los jesuitas.
Su rebelión se produjo de manera súbita y si bien no tuvo relación con el levantamiento de Tomás Katari, podemos encontrar coincidencias en sus reclamos, ambos peticionaron ante las máximas autoridades, en el caso de Katari al Virrey del Ro de la Rata y en cuanto a Tupac Amaru al Virrey del Fbrú.
También se quejaban de las autoridades coloniales y no del Rey de España. Sin embargo hay una gran diferencia en su accionar, la primera fue como consecuencia de conflictos que venían de procesos políticos, sociales y económicos anteriores y se llega a la violencia ante la falta de respuesta a sus requerimientos y los sucesivos encarcelamientos de Katari y su gente; en tanto que la rebelión de José Gabriel Condorcanqui fue una conspiración y produjo el inmediato ajusticiamiento del corregidor Antonio Arriaga.
Las diferencias en las sociedades en cada región eran notorias; mi Chayanta encontramos una sociedad netamente rural que luchaba por su supervivencia; en tanto que la sociedad cuzqueña se caracterizaba por el status de la aristocracia indígena y sus miembros eran gente instruida que sabía leer y escribir, hablaba castellano y quichua. Algunos poseían tierras, haciendas, minas y participaban en el comercio.
El 4 de noviembre de 1780, Tupac Amaru participa en un almuerzo con autoridades españolas para festejar el cumpleaños del rey. De la misma, participa el corregidor de la dudad de Tinta. Antonio Arriaga, con quien discute por diversos temas relacionados con medidas que este, había adoptado en contra de los indios.
La discusión no pasó a mayores, durante la comida, pero Tupac Amaru junto con su gente, esperó hasta el anochecer y cuando el corregidor se dirigía a su casa en Tinta, lo apresó, exigiéndole la entrega de dinero. Posteriormente hizo ahorcar a Arriaga en la plaza del pueblo de Tungasuca. Producido este trágico episodio, Tupac Amaru organizó sus fuerzas para enfrentarse con los españoles. Avanzó con sus tropas incendiando campos, obrajes y hasta un Iglesia, con un saldo de muerte y desolación.
El Cabildo de la ciudad de Cuzco ordenó a las tropas regulares que se dirigieran hada donde se encontraban los rebeldes. 8 enfrentamiento conocido como la batalla de 33ngarará produjo centenares de muertos y heridos y terminó colocando a indios, blancos, mestizos y a los curas de la región en contra de Tupac Amaru. La mayoría de la población cualquiera fuera su origen, veía con temor los avances de la insurrección y no prestaron demasiado apoyo a los rebeldes, principalmente la aristocracia incaica por temor a perder los beneficios políticos, económicos y sociales que poseían. Afines de diciembre de 1780 Tupac Amaru decidió atacar Cuzco, la capital de antiguo Imperio Incaico, a ese efecto rodeó la ciudad con sus fuerzas y envió misivas para persuadir a las autoridades y a la población que les permitieran ingresar en ella. Ante la negativa de rendición por parte de la dudad de Cuzco, el enfrentamiento fue inevitable. La batalla final se produjo el 8 de enero de 1781, las fuerzas españolas con refuerzos provenientes de Lima obtuvieron un rotundo triunfo y pusieron en fuga a las tropas rebeldes.
Para abril de ese año los últimos esfuerzos de Tupac Amaru por resistir fueron en vano y cayó prisionero de las tropas españolas. Junto a su mujer y parte de su familia y allegados fueron llevados ante el visitador general José Antonio de Areche a un pueblo en las cercanías de Cuzco, donde se ordenó y se produjo la sentencia a muerte del casque.
La muerte de Tupac Amaru y su esposa, constituye un hecho de suma violencia que fue presenciado por el resto de la familia y la mayoría de la población a modo de escarmiento para aquellos que quisieran levantarse en el futuro.
El líder indígena fue atado por sus extremidades a cuatro caballos en un intento de descuartizamiento que no pudo producirse, por lo cual las autoridades decidieron decapitarlo. al mujer y alguno de sus amigos sufrieron también la pena de muerte.
Los historiadores contemporáneos consideran que la rebelión de Tupac Amaru fue un movimiento representado por aquellos que pensaban que la autoridad de estas tierras tenía que retornar a sus legítimos dueños, pero no, en la ruptura con el rey de España.
El clima de insurrección y violencia no finalizó con las muertes de Tomás Katari y Tupac Amaru, por el contrario los levantamientos se siguieron produciendo, en este sentido debemos recordar a Julián Apaza que adoptó el nombre de Tupac Katari, y los movimientos de fuerza encabezados por los sobrinos y uno de los hijos de Tupac Amaru, entre otros. Estos acontecimientos se los ubica en Cuzco, nuevamente, pero luego se trasladan a la dudad de Pum, aledaña al lago Titicaca y a la dudad de La Paz en el Alto Perú.
Como las anteriores insurrecciones, éstas fueron sofocadas, con un saldo de más muerte y violencia Como consecuencia, las autoridades españolas tomaron una serie de medidas tendientes a restringir los derechos de las poblaciones y comunidades indígenas, los caciques perdieron el derecho de percibir los tributos. se les quito su antiguo prestigio social en relación a sus antepasados, debieron abandonar sus vestimentas tradicionales y fueron forzados a hablar español, en desmedro de sus lenguas originarias. En definitiva se radicalizó la autoridad y la jerarquía de blancos y criollos.
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Edición: Maximiliano Van Hauvart, estudiante UNMdP.