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Mujeres iroquesas y europeas | Diana Duart | Cap 34 | Historias coloniales
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Guion por Carlos Van Hauvart y Diana Duart
La intención de Zemon Davis es observar las similitudes y diferencias en la situación y puntos de vista sobre estas mujeres Iroqueseas y europeas en el siglo XVI y la primera mitad del siglo XVII. Sin embargo en este capítulo recuperaremos contenidos que describen a las mujeres iroquesas en su sociedad.
Zemon Davis Busca romper con la idea dominante de ordenar las sociedades simples vs sociedades complejas y sugerir otras alternativas al proceso de dominación y resistencia que sufrieron los nativos frente a los franceses.
Cuando se refiere a mujeres iroquesas suma a las sociedades que hablaban también la lengua iroquesa tal el caso de algunos grupos hurones. Y agrega a otras sociedades que se comunicaban con la lengua hurona tal el caso de los montañeses, algonquinos, abenakis y micmac. Esto le permite no solamente describir las prácticas sociales y económicas de las mujeres iroquesas sino compararlas con las sociedades nombradas.
Las fuentes que va a utilizar son los relatos de viajes y relaciones religiosas de los Jesuitas junto a la orden de las mujeres hospitalarias. Junto a trabajos etnográficos y antropológicos sobre cultura material y las colecciones de relatos propios de las primeras naciones que son recopiladas desde hace más de 150 años.
Zemon Davis afirma que las mujeres eran las agricultoras en esta sociedad produciendo básicamente maíz, los frijoles, la calabaza y en donde se podía el tabaco. Además eran recolectoras de frutas y otros alimentos comestibles y eran encargadas de recoger la leña.
Las mujeres decidían cuando se cambiaban de ubicación de las aldeas al determinar la fertilidad de la tierra y la cercanía para la provisión de leña. Cuando acompañaban a los hombres en las actividades de caza, la pesca o para comerciar, ellas se dedicaban a transportar toda la carga.
Con respecto a la producción de manualidades se dedicaban al hilado, tejido y la costura. Cuando los hombres cazaban, el animal era dominio de las mujeres, que ellas desollaban y preparaban la piel para hacer las prendas y los mocasines.
Eran las alfareras y productoras de cestas y todo lo necesario para la cocina. Ellas eran las encargadas de producir además las comidas diarias como para las festividades.
Los hombres europeos se sorprendieron de la cantidad de tareas que tenían las mujeres en la agricultura, en la recolección y en la administración de los recursos de las aldeas iroquesas.
Lo duro que trabajaban sin que nadie se los pidiera o estuvieran obligadas. Sin embargo María de la Encarnación que dirigía el convento de las ursulinas esto no la sorprendió ya que ella que era hija de un carretero y notó que las iroquesas trabajaban tanto como ella lo hacía en Europa.
Edición
Ihan Quiroz, estudiante CNAUI (UNMdP)
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