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La multitud en la historia a partir de George Rude (primera parte)
por Diana A. Duart CEHis-FH-InHuS-UNMdP y Carlos A. Van Hauvart CEHis-FH- InHus- CNAUI-UNMdP.
En este texto abordaremos algunas cuestiones planteadas por el historiador George Rude en su libro “la multitud en la historia”, en este primer capítulo nos enfocaremos en como el autor busca ordenar el estudio de las muchedumbres en las revueltas producidas en el mundo rural y urbano.
En este enlace podrás acceder a cuestiones sobre el mundo rural que planteamos anteriormente. (VER)
Este contenido trata sobre el estudio de las protestas y el rol que asumen las muchedumbres como grupos de “contacto directo” o “cara a cara” que se dan dentro de las manifestaciones políticas donde las podemos observar en huelgas, revueltas, rebeliones, insurrecciones y revoluciones.
Limita su estudio a un arco temporal que va de 1730 a 1850 y espacial: Francia con su revolución política de 1789 e Inglaterra que atraviesa el proceso de revolución industrial.
Estas dos sociedades estaban transformándose, se cuestionaban las viejas instituciones que las gobernaban, los cambios que ocurrían en las ciudades y aldeas producto de la revolución industrial, el choque entre los viejos hábitos y las nuevas formas de pensar, esas rupturas con el orden anterior estaban comenzando.
Rude nos dice que hay que tener en cuenta tres aspectos cuando estudiamos a las muchedumbres, el primero sus objetivos, seguidos de su conducta o como actuaban y por último sus creencias. A las que se suman, la dimensión de la muchedumbre, quienes eran sus promotores, quienes la componían y quienes la conducían. Estos interrogantes nos permiten liberarnos de los estereotipos tan comunes cuando nos referimos a esta cuestión.
El autor nos señala que la muchedumbre ante los cambios producidos por la revolución industrial, modifica su forma de actuar ante los nuevos problemas que provoca la naciente sociedad industrial en la geografía urbana, donde el conflicto toma forma de huelga y los obreros pretenden hacerse escuchar en sus reclamos, a las que se suman las reuniones públicas masivas.
Estos disturbios también se dan en el mundo rural, sin embargo los cambios aquí son vistos como una amenaza por los campesinos que reaccionan violentamente contra bienes materiales como cercos, molinos o granjas. Los miedos o temores ante determinadas situaciones son el combustible necesario para el rechazo a los cambios.
Veamos algunos ejemplos, entre 1700 y 1730, los campesinos en Francia enfrentaron innumerables problemas, prácticas feudales, hambrunas, baja de precios de los productos agrícolas como el trigo y la vid, la imposibilidad de pagar los impuestos, el cercado de los campos que les impedían pastar sus animales entre otros. Durante esos años el mundo rural francés estuvo plagado de las llamadas revueltas del hambre. Miles de pequeños propietarios, aparceros, campesinos sin tierra fueron sus actores.
Sin embargo entre 1730 y 1786 la situación mejoró para los campesinos, sean pequeños propietarios, arrendatarios o trabajadores rurales. Pero ese ciclo de 56 años termino en 1787 cuando las malas cosechas de cereales produjeron escases de pan, alimento principal en la dieta y que afecto no solo a los habitantes del mundo rural sino a los habitantes de las ciudades que veían como aumentaba el precio de la harina y que según Rudé desempeño un papel importante en la crisis revolucionaria de 1789.
En Inglaterra los campesinos afrontaban también problemas, sin embargo la figura del Señor Feudal había desaparecido, siendo reemplazado por el Terrateniente que gobernaba las aldeas que había en su propiedad, en su condición arrendaba tierras o contrataba campesinos asalariados. Estos terratenientes además disponían derechos políticos, estaban en el Parlamento o eran miembros del tribunal de la aldea. Propusieron legislación o actuaban como jueces.
Muchos de estos terratenientes eran también comerciantes, muchos de ellos dedicados a la venta de productos textiles como el hilado y el tejido que se producían de manera casera en las aldeas que había en sus tierras. Posteriormente con la revolución industrial estos terratenientes incorporaron maquinas hiladoras y de tejido, que generaron cientos de atentados por parte de los artesanos que culpaban a las máquinas por el cambio de sus condiciones de trabajo.
Las revueltas se daban por escasez de alimentos por malas cosechas o por el alza de precios cuando estos eran exportados. También estas sucedieron cuando se imponían impuestos al consumo y cuando se intentaba detener el contrabando. Entonces cuando el consumo era afectado por alguna legislación, los disturbios se habían sentir, como dijimos eran las revueltas del hambre. En donde se saqueaban depósitos, se incendiaban casas de comerciantes o se intentaba detener embarcaciones con productos agrícolas para la exportación.
El caso puntual son los decretos de 1801 promulgados en Inglaterra conocidos como “Decretos del Pan Negro” o “decretos del Veneno” que permitían a los molineros mezclar el trigo para pan con cebada, centeno o trigo de segunda.
Seguí el enlace que aquí dejamos y encontrarás citas sobre las muchedumbres en momentos de tensión. Presta atención cuando se refieren a sus objetivos, conductas, sus creencias, como era su dimensión, quienes eran sus promotores, quienes sus seguidores.
Estas citas que tomamos debes entender están producidas muchas veces por quienes detentan algún grado de responsabilidad en la administración del Estado, periódicos, panfletos o las amenazas tan comunes en el caso ingles.
Edición
Ihan Quiroz, estudiante CNAUI (UNMdP)
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