Aportes de la Historia

Notas dispersas sobre Historia

Fuentes para el estudio de la colonización británica en América. Parte II. Fuente Nro.:1 , Carta del Reverendo Solomon Stoddard al Gobernador Joseph Dudley (1703)

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  Fuentes para el estudio de la colonización británica en América.

Parte II. Fuente Nro.: 1

Carta del Reverendo Solomon Stoddard al Gobernador Joseph Dudley (1703)

por Diana A. Duart CEHis-FH-UNMdP y Carlos A. Van Hauvart CEHis-FH- CNAUI-UNMdP.

D.N.D.A. Registro de autor 5.274.226

El Grupo Sociedad y Estado ha decidido continuar con la publicación de Fuentes para la Historia de la colonización Británica en América. Este esfuerzo tiene por objetivo el mismo que planteara Carlos Mayo hace ya 30 años en los cuadernillos de Cátedra de la materia Historia Americana I de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en el que nos decía:

«Dos circunstancias han dictado la selección de las fuentes reunida en estos impresos: el hecho de encontrarse en colecciones de limitada difusión y la conveniencia de apoyar documentalmente algunos temas del programa con vistas a un enfoque de tipo regional y comparativo, allí donde este resultara viable. Su manejo, empero, no exime en modo alguno la consulta directa de las colecciones aludidas, así como otras fuentes documentales.»

Introducción
Las fuentes recogidas en este impreso se refieren a la colonización británica en el Nuevo Mundo a partir de dos de sus focos iniciales: la Nueva Inglaterra de los puritanos y las colonias de la Bahía de Chesapeake, Virginia y Maryland. Ambos núcleos de poblamiento representan, a su vez, desarrollos divergentes –a menudo contrapuestos- de una misma matriz colonizadora.

Hoy en Aportes publicamos la carta del Reverendo Solomon Stoddard ((1643-1729) al gobernador Joseph Dudley desde Massachsetts en 1703. Stoddar nació en Boston y se graduó en la Universidad de Harvard, fue un pastor que actuó en áreas de frontera, muy respetado por sus feligreses. Esta carta describe el problema de los ataques que enfrentaban los colonos que iban desde la muerte hasta ser tomados cautivos. En ella, propone que esas extensas áreas sean custodiadas y patrulladas por guardianes con perros entrenados que debían detectar y “cazar” a los “indígenas”. Esa propuesta indicaba en cómo se debían financiar las guardias, y ello se lograría si los colonos dejaban de pagar los impuestos a la corona y dedicaban esos recursos a su propia protección. Esperamos que esta fuente ilustre el conflicto en las áreas de frontera entre esos colonos que las invadían y quienes se defienden de esta, la visión de Stoddar relata el profundo miedo de los colonos a estos ataques.

La siguiente traducción del texto en ingles del Reverendo Solomon Stoddar esta realizada en torno al uso de la Historia Escolar, se han dejado de lado ciertas precisiones debido a la complejidad del texto, (eliminando las citas aclaratorias del editor.) como las puntuaciones.

Letter from the Reverend Solomon Stoddard to Governor Joseph Dudley (Massachusetts, 1703)
La ciudad de Deerfield ha sufrido con los Indios desde mucho antes , [y] últimamente dos hombres han sido llevados en cautiverio.
Esto provoca una gran impresión en los espíritus de las personas, y están muy desanimados. Esto me lleva a hacer dos propuestas a su excelencia.
La primera es que se puede poner a custodiar a los indios con perros de caza. Otros métodos que se han adoptado son por la experiencia que tenemos, peligrosos e insuficientes.
Pero si los perros fueron entrenados para cazar indios como lo hacen con los osos, rápidamente tendríamos una amplia y rápida ventaja.
Los perros son de un terror extremo para los indios; ellos no tienen mucho miedo de nosotros, ellos saben que nos pueden llevar. Nos dejan si están a distancia de nuestras armas de fuego, ellos no se ponen en peligro para no ser perseguidos.
Ellos tienen miedo a ser descubiertos y perseguidos. Pero con los perros sería tal terror, que después de una pequeña entrenamiento y experiencia impediría su presencia, los hombres vivirían más seguros en sus casas y trabajarían de forma más segura en los campos y bosques.
En el caso de los indios quieran acercarse a la ciudad, los perros los olfatearían y seguirían sus huellas para así perseguirlos. A veces se descubre la pista de uno o dos indios pero no se los puede seguir.
Los perros descubrirían y llevarían a nuestros hombres directamente a sus enemigos — los cual sería de gran ayuda ya que se toma grandes riesgos cuando los perseguimos por ese propósito.
Además, si tenemos perros para ello, nuestros hombres pueden protegerse de los indios con más seguridad, [y] no habría ningún peligro que les disparen (no hace mención a un armas específica) escondidos desde los arbustos.
Ellos (los colonos) han de seguir a sus perros con un espíritu impávido, no temiendo una sorpresa y, de hecho, la presencia de los perros permitiría facilitar la victoria.
Los perros harían una gran tarea de persecución sobre el enemigo y muchos atraparían a un indio, que son mucho más veloces que nosotros a pie.
Si se creyera que la idea es impracticable porque creemos que los perros no aprenderán lo que esperamos de ellos, los perros pueden satisfacer estas dos cosas: una es que en tiempos de guerra con los indios en Virginia, ellos siguieron atacando ya que otras soluciones practicadas fueron en vano.
La otra es que nuestros cazadores dan cuenta que los perros que se utilizan para cazar osos no hacen caso de ninguna otra pista, pero la pista de un oso; de donde podemos concluir que si los perros fueran usados para perseguir a indios no harían caso de nada más.
Si los indios son como otras personas y lograron hacer la guerra a la manera de otras naciones, podría ser considerado como inhumano perseguirlos de tal manera.
Pero deben ser considerados como ladrones y asesinos que cometen actos de la hostilidad sin proclamar la guerra.
No aparecen abiertamente en el campo ofrecernos batalla, [y] tratan cruelmente a aquellos que caen a sus manos. Actúan como lobos y deben ser tratados además como lobos.
Se debe hacer algún gasto en la puesta de esta idea; debe haber algún expendio para la compra [de] perros convenientes y para su mantenimiento.
Se deberá también pagar a los hombres que pasan su tiempo en este servicio, pero esto no será tan caro como el precio de mantener un número conveniente de soldados de guarnición.
He tomado el consejo con varias de las personas principales de entre nosotros, y consideran este camino para este caso como el más oportuno y probable.
La otra propuesta consiste en que la ciudad de Deerfield puede ser liberada de impuestos del país durante el tiempo de la guerra.
Estas circunstancias requieren conmiseración : a veces están alarmados cuando van a su trabajo en sus tierras, muchas veces no se atreven a entrar a sus campos hasta que no tienen un guardia, no pueden trabajar en los campos alejados, como se hace en otras ciudades ; las casas están atestadas a veces con soldados , los hombres como las mujeres no pueden trabajar o negociar quedándose en sus casas, estos peligros afectan su ánimo y su corazón y no les permite prosperar en sus fincas como en otros lugares.
Me parece que es una cosa aceptable para Dios que se deberían considerar ser liberados de los impuestos. Me tomo la libertad acostumbrada que Su excelencia no lo tomará mal y soy tan oficioso que ofrezco mi consejo antes de ser preguntado
La buena guía del Señor su excelencia y la Asamblea General es lo que será útil para este país afligido, y es la abundante la oración de vuestro siervo humilde.

Northampton Oct. 22 , 1703
Solomon Stoddard. (1)

Traducción: Diana Duart y Carlos Van Hauvart.

Cita:

(1) Demos John, Remarkables providences (1600-1700), Edición y una introducción por John Demos, George Braziller, inc., Nueva York, 1972, p. 312

Edición: Maximiliano Van Hauvart, estudiante, UNMdP.

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