Reservados todos los derechos. El contenido de esta introducción no puede ser reproducido ni todo ni en parte, ni transmitido ni recuperado por ningún sistema de información en ninguna forma ni por ningún medio. Sin el permiso previo del autor o la cita académica correspondiente.
Fuentes para el estudio de la colonización de Francia en Canadá
Introducción:
por Diana A. Duart CEHis-FH-UNMdP y Laura Cabrejas CEHis-UNMdP.
RL-2017-11728123-APN-DNDA#MJ
Introducción:
Hoy en Aportes presentamos la traducción propia de las negociaciones realizadas por Sier Perot (1) que buscaba detener el conflicto entre la sociedad de los Menominee y los Potowatami que estaban refugiados en la Bahía de Chequamegon, estos últimos habían sido desplazados por la guerra que los franceses y sus “nativos aliados” tenían contra los iroqueses y los ingleses. Esta fuente realza la figura de Perot como un astuto negociador francés que busca acercar a estas sociedades para tratar de vincularlas en negociaciones diplomáticas con los franceses a partir del comercio peletero y la diplomacia del regalo. Esta fuente entre otras cosas remarca la mirada que los “nativos americanos” tenían de los franceses y la sorpresa que estos despertaban cuando eran conocidos; las armas a la cual los nativos llaman “espíritu” y la curiosidad de su uso están presentes en esta descripción como el recibimiento que le hacen a Perot.
Perot los tratara de convencer de que no debe haber venganza a partir de una muerte que los ha puesto en una lucha con final incierto, menciona a “dios” y al Rey de Francia como garantía y poniendo a su disposición su arma para defenderlos de quienes los atacan y son sus enemigos, pero remarcando que estos deben entender el juego de las alianzas que están formalizando los franceses, y cuyo resultado busca el fin de las hostilidades entre los aliados de los franceses.
Esperamos que esta fuente sea de utilidad para poder comprender como son los los distintos y variados de las potencias coloniales con los pueblos originarios, como se concretan sus sistemas de alianzas, e intentan arbitrar entre conflictos de sus aliados desde una posición de superioridad. Pensamos que es una excelente oportunidad para nuestros alumnos en acercarse a una fuente y poder trabajar con ellas.
A French Negotiator Works to Establish Unity Among Menominee (Malhomini) and Potowatami Refugees at Chequamegon Bay, 1660S
Un negociador francés trabaja para establecer la unidad entre los Menominee (Malhomini) y los refugiados de Potowatami en Chequamegon Bay, en la década de 1660
Todos los pueblos Outaouak estaban en estado de alerta. Mientras nosotros estábamos librando una guerra contra los Iroqueses; esas tribus que habitaban alrededor del Lago Huron huyeron en busca de refugio a Chagouamikon que se encuentra en el Lago Superior; bajaban a Montreal sólo cuando desean vender sus pieles y lo hacían de manera temerosa….
Sieur Perot es el que mejor conoce a estos pueblos; el Gobernador General de Canadá siempre lo ha empleado para todos sus planes; y su conocimiento con las lenguas salvajes, su experiencia y capacidad mental le han permitido hacer descubrimientos que le dieron las oportunidades al Señor de la Salle para impulsar todas esas exploraciones que él llevó a cabo con gran éxito. Fue a través de su coraje que el río Mississippi llegó a ser conocido. Él prestó importantes servicios a la colonia que permitió dar a conocer la gloria del Rey entre aquellos pueblos, el cual los indujo a formar una alianza con nosotros. En una ocasión, entre los Pouteouatemis, fue considerado como un dios. La curiosidad lo indujo a ser conocido de esta nación, que habitaba al pie de la Bahía de Puans. Ellos habían oído hablar de los franceses y su deseo de familiarizarse con ellos a fin de asegurarse el comercio. Los había inducido a esos salvajes a bajar para ir a Montreal, bajo la guía de un vagabundo Outaouak quien se alegró de llevarlos allá. Perto se pregunta y les pregunta si ¿Van a rechazar su apoyo y matarse el uno con el otro cuando él desea establecer la paz entre ustedes? Y ¿ustedes van a abandonar a sus familias a merced de los brazos de [fuego] y estar en guerra con ellos en contra de la voluntad de los franceses?, rechazando el hierro de fuego de los franceses que los hará poderosos.
.Los franceses habían sido descritos como cubiertos de pelo (los salvajes no tienen barbas) y creyeron que éramos una especie diferente de hombres. Se sorprendieron al ver que nos hicieron al igual que ellos (dioses), y lo consideraron como un regalo que el cielo y los espíritus les habían hecho a ellos en permitir que uno de los seres celestiales entrara en sus tierras. Los ancianos solemnemente fumaron un calumet y cuando entraron en su presencia, se lo ofrecieron como un homenaje a él…
En ese tiempo hubo guerra entre esa tribu y sus vecinos, los Malhominis. Este último, mientras cazaba con los Outagamis, por error había matado a un Pouteouatemi, que iba de camino a la Outagamis. La Pouteouatemis, indignados ante esta afrenta, deliberadamente asesinaron con un tomahawk a un Malhomini quien estaba entre los Puans. En la aldea de los Pouteouatemi había sólo hombres y mujeres viejos ya que los jóvenes habían ido por primera vez al comercio en Montreal; había razones para temer que la Malhominis se beneficiarían de ese infortunio. Perot, quien estaba deseoso de hacerse conocido entre estos, se ofreció a mediar la paz entre ellos. Cuando él había llegado a media legua del pueblo, envió a un hombre para decirles que un francés venía a visitarlos; esta noticia causó una alegría general.
Todos los jóvenes a la vez vinieron a su encuentro, llevando sus armas y sus adornos bélicos, todos marchando con espantosas contorsiones y gritos; esta fue la recepción más honorable que pensaba que era posible darle. Para Perot no fue difícil, pero disparó un arma en el aire tan lejos como se podía; ellos trataban de ver el ruido que les parecía tan extraordinario, y deteniéndose de repente, mirando al sol en las actitudes más ridículas. Después de que los había hecho entender que había venido para no interrumpir su reposo, pero si para formar una alianza con ellos, se acercaron a él con muchas gesticulaciones.
El calumet fue ofrecido a él; y, cuando él estaba listo para ir a la aldea, uno de los salvajes que se detuvo para llevar a Perot sobre sus hombros; pero su intérprete aseguró que él había negado tales honores entre muchas tribus.
Fue acompañado con asidua atención; compitieron el uno con el otro para despejar el camino y en la rotura de las ramas de los árboles que colgaban en el camino. Las mujeres y niños, que habían escuchado «el espíritu» (pues así llaman a un arma), habían huido a los bosques. Los hombres reunidos en la tienda del principal jefe de guerra, en donde ellos bailaban el calumet al sonido del tambor. Él tenía que reunirlos al día siguiente, y les hizo un discurso con casi estas palabras:
“…Hombres, el verdadero espíritu que ha creado a todos los hombres desea poner fin a sus miserias. Sus antepasados no lo escucharían; ellos siempre seguían sus impulsos naturales, sin recordar que estos son de él. Él los creó para vivir en paz con sus semejantes. No le gusta la guerra o la desunión; él desea que los hombres, a los cuales ha dado razón, deben recordar que todos son hermanos, y que ellos sólo tienen un Dios, que los ha formado a ellos para hacer sólo su voluntad. Él les ha dado dominio sobre los animales y al mismo tiempo ha prohibido hacer que cualquiera ataque el uno del otro.
Él ha dado a los franceses el hierro, con el fin de distribuirlo entre los pueblos que no tienen el uso del mismo, si están dispuestos a vivir como hombres y no como bestias. Él está enojado por esta guerra con el Pouteouatemis; a pesar que pareciera que tenían derecho a vengar ellos mismos al hombre joven que estaba entre el Puans. Dios esta ofendido, él prohíbe la venganza y les pide unión y paz. El sol nunca ha sido muy brillante en el horizonte; ustedes siempre han estado envueltos en las sombras de una existencia oscura y miserable, habiendo disfrutado de la verdadera luz del día, como el francés.
Aquí está un arma, que pongo ante ustedes para defenderlos de quienes pueden atacarlos a ustedes, si ustedes tiene enemigos, esto les causará terror. Aquí está un collar de porcelana, por lo que se me unen a mi cuerpo: ¿porque qué vais a tener miedo, si os unís a nosotros, quienes hacemos las pistolas y hachas, y que amasamos el hierro? Se me han unido a mí los Pouteouatemis, a quien ustedes están planeando hacer la guerra. He venido para abrazar a todos los hombres quien Onontio, el jefe de todos los franceses que se asentaron en este país, me ha dicho que se nos unan, a fin de tenerlas bajo su protección.
¿Van a rechazar su apoyo y matarse el uno con el otro cuando él desea establecer la paz entre ustedes? Los Pouteouatemis están esperando muchos artículos adecuados a la guerra de las manos de Onontio. Han sido igualados a ellos; pero ahora ¿ustedes van a abandonar a sus familias a merced de los brazos de [fuego] y estar en guerra con ellos en contra de la voluntad de los franceses? Vengo a hacer el descubrimiento de nuevas tribus, sólo para volver aquí con mis hermanos, quiénes vendrán conmigo entre aquellos que están dispuestos a que se unan a nosotros.
¿Puedo cazar en paz si le damos [armas de] hierro a aquellos que nos proporcionar pieles de castor? Están enojados contra el Pouteouatemis, que consideran como sus enemigos, pero son en número mucho mayor que ustedes; y me temo mucho que la gente de la pradera a lo largo del tiempo se aliará en contra de ustedes.»
El padre de los Malhomini que había sido asesinado por los Pouteouatemis se levantó y tomó el collar que Perot le había dado; él encendió su calumet, se presentó a él y luego le dieron al jefe y todos los que estaban presentes, para que fumaran a su vez; entonces él comenzó a cantar, sosteniendo el calumet con una mano y el collar en el otro.
Él salió de la tienda mientras cantaba, y presento el calumet y el collar hacia el sol, mientras caminaba a veces hacia atrás, a veces hacia adelante; hizo el ritual rodeando su propia cabaña, pasando por un gran número de las personas en el pueblo y finalmente volvió a la del jefe.
Allí declaró que se unió totalmente a los franceses; y que creyeran en el Espíritu vivo, quien tenía en nombre de todos los espíritus, la dominación sobre todos los otros hombres que eran inferiores a él; toda su tribu tenía los mismos sentimientos; y estos sólo preguntaron por la protección de los franceses, de quienes esperaban la vida y obtener todo lo necesario para el hombre.(1)
La siguiente traducción del texto en ingles está realizada en torno al uso de la Historia Escolar, se han dejado de lado ciertas precisiones debido a la complejidad del texto, (eliminando las citas aclaratorias del editor.) como las puntuaciones.
Traducción: Carlos Van Hauvart, Diana A. Duart.
Cita:
(1) Breen, Louise A. (Editora), Coverning World, Routledge Ed., Nueva York, 2012, pag.560
(2) Breen, Louise A., op.cit., pp, 478:480..