Aportes de la Historia

Notas dispersas sobre Historia

El Senado de Luanda y el tráfico de esclavos con Brasil (1711)

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El Senado de Luanda y el tráfico de esclavos a Brasil (1711)

Introducción y traducción por Diana A. Duart (CEHis-FH-UNMdP) y Carlos Van Hauvart (Colegio Nacional A.U.Illia, Depto. Ciencias Sociales, UNMdP)

 

España y Portugal como imperios atlánticos desplegaron un conjunto de estrategias y estructuras en el proceso de conquista y colonización de los territorios extra europeos. España focalizó sus esfuerzos en América, pero Portugal expandió sus intereses  entre África, India y China, además de Brasil. El historiador británico, Charles Boxer, en su obra clásica  La sociedad portuguesa en los trópicos (1) señalaba que el imperio colonial portugués fue esencialmente una talasocracia antes de interesarse en el fomento del interior del Brasil en el siglo XVIII.  Los enclaves coloniales de Luanda (África), Goa (India), Macao (China) y Bahía (Brasil) son algunos de los exponentes del desafío administrativo, político y económico que representaron para la corona portuguesa. La base de este proceso fue el establecimiento  de las cámaras municipales o consejos municipales, eran los homólogos de los muy conocidos y estudiados  cabildos hispanoamericanos.

Portugal dotó de características particulares a esas experiencias de gobiernos municipales coloniales, si bien, tenían sus antecedentes en las versiones metropolitanas de Oporto y Lisboa.

El documento que hoy presentamos, busca conectar e interrelacionar la historia colonial más allá de la relación América y Europa. Se deben articular explicaciones que incorporen la vinculación y el protagonismo de Asia y África de este proceso histórico que nos permitan comparar experiencias administrativas desplegadas por esos estados.

En el siglo XVI el tráfico de esclavos fue iniciado por los portugueses a lo largo de la costa occidental del continente africano. Entonces donde hubiera una economía de plantación de un cultivo como el azúcar, el tabaco o el algodón habría  demanda de mano de obra esclava.

El historiador Eric Wolf (2), se pregunta ¿Quiénes eran los esclavos y porque medios se les convertía en esclavos?. Los europeos usaron mecanismos que tenían la sociedad africana para conseguir esclavos para el tráfico, estas instituciones preexistentes eran:

La pignoración, que significaba que cuando alguien tenía una deuda podía saldarla entregando a alguien de su linaje para saldar esa deuda. El proceso judicial, las trasgresiones en una aldea eran condenadas con la venta como esclavos de los acusados.  Otro de los ejemplos que citan  son las regiones de Oyo y Dahomey. Los primeros recibían tributos de otras tribus en esclavos que eran vendidos a los europeos.  En Benin los gobernantes obas recibieron armas de fuego para ellos capturar esclavos que eran vendidos a los portugueses. En el Delta de rio Níger los europeos se aliaron  a  ijaws que dominaban la navegación de dicho rio, estos intercambiaban esclavos, sal y ganado por cobre. En el África Central los portugueses fueron los primeros que recorrieron el rio Congo y conocieron al poderoso y rico  Reino de  de los Bakongos, esta alianza les permitió a los portugueses obtener mediante el trueque marfil y esclavos a cambio de mercancías europeas. Los portugueses exploraron y colonizaron a partir de 1483 el Rio Congo, declarando a Luanda como capital de la África Occidental Portuguesa

Hoy presentamos el documento producido por el Senado de Luanda con respecto al tráfico de esclavos con destino a Brasil. Este nos muestra el conflicto entre quienes transportaban los esclavos a Brasil y que habían conseguido cuotas de destino cada año; 1200 para Rio de Janeiro, 1300 para Pernanbuco y Paraiba y no se le ponía límites a la ciudad de Bahía y los que les proveían  los esclavos capturados en el continente africano. Estos últimos denunciaban que el costo de los esclavos que ingresaban a Bahía y luego eran derivados a Rio de Janeiro, Pernambuco y Paraíba aumentaban considerablemente al estar estas ciudades condenadas a un abasto insuficiente. Además señalaban el bajo valor que los  buques de transporte de esclavos pagaban por los esclavos, condenándolos a los traficantes a  apenas poder sobrevivir.

Este documento se suma a la traducción de Una fuente para el estudio de la esclavitud: El impacto africano en el tráfico trasatlántico de esclavos, la experiencia holandesa.

 

  1. THE SENATE OF LUANDA AND THE SLAVE TRADE WITH BRAZIL IN 1711

Señor, en este reino siempre fue costumbre que los barcos que navegan cargados de esclavos para Brasil recibieran autorización para los puertos que más les convenían, ya sea Río de Janeiro, Pernambuco o Bahía, de modo que cuando algún barco estaba listo para zarpar con el número asignado de esclavos, el gobernador ordenaba se le diera autorización para cualquiera de los puertos de Brasil que mejor se adaptaran a la materia del barco. Posteriormente, en el año 1703, Su Majestad el Rey Dom Pedro II (que esté con Dios en la gloria) ordenó por carta real que de allí en adelante debían salir cada año de este puerto sólo 1.200 esclavos para Río de Janeiro, y 1.300 para Pernambuco y Paraíba, y que el resto sea enviado a Bahía, decisión que se tomó a instancia de los habitantes de Bahía, que no tienen razón justificada para exigirlo; Considerando que los moradores de este reino han sido tan perjudicados por ello y que han quedado reducidos a la más extrema pobreza y confiamos en que la clemencia de Su Majestad le inducirá a ordenar que se tome algún remedio, para evitar la destrucción final y miserable de estas personas.

El objeto, Señor, de los comerciantes y moradores de Bahía, es asegurar que los esclavos que salen de este puerto vayan todos a esa ciudad, porque si son muchos entonces los pueden comprar a precio de ganga y por menos de lo que cuestan como ha sucedido estos últimos años. Y posteriormente los envían clandestinamente de Bahía a Río de Janeiro por mar o bien los envían por las mejores vías que pueden por el sertáo a las Minas de Oro, para que se beneficien de precios mucho más altos.

Tampoco carecen de esclavos para el trabajo agrícola en sus plantaciones, pues además de los que obtienen de este puerto, compran un gran número a lo largo de la Costa de Oro [Costa da Mina]e incluso envían a comprar algunos a esta ciudad y a lo largo de la costa de Loango con sus mercaderías, y ordenan que estos esclavos sean enviados directamente a Río de Janeiro, como es notorio en todas partes.

Y por esto se ve que no hay falta de esclavos en esa ciudad de Bahía, sino que el lucro de embarcarlos para la venta en Río fue el motivo de su petición. Y el perjuicio resultante para esta ciudad se deriva de que si desde aquí se embarcan anualmente sólo 1.200 esclavos para Río de Janeiro, como se ordena, se envían nada mas que tres o cuatro naves, y este número apenas alcanza para los dueños y tripulantes de dichas naves, dejando a los moradores sin poder embarcar un solo esclavo mas. Dependen de este comercio para su existencia y de lo que puedan recibir por lo que puedan recibir por la venta.

Por eso están sufriendo mucho, ya que no pueden aprovechar los altos precios que obtienen por los esclavos en Río, ni pueden enviar a comprarlos a los mercados de esclavos [pumbos] en el interior, ya que los precios del comercio (TRATA) han subido un 100 por ciento por encima de lo que eran en años anteriores, y los esclavos ya no se compran por el precio anterior, sino por mucho más del doble (…)

Y estos bienes de comercio (trafico de esclavos), además de ser hoy en día necesarios en mayor cantidad, han subido tanto de precio, que solo unos pocos moradores mandan a comprar esclavos en los gumbos, por lo que los esclavos que pueden conseguir cuestan lo mismo que en cualquier puerto de Brasil, a excepción de Río de Janeiro. Además, señor, los alimentos de esta tierra hoy cuestan tanto que pocos de los moradores pueden llegar a fin de mes; pues mientras que una [ilegible] de harina de mandioca antes costaba 400 reis, ahora vale 1.500 o 2.000, y todo lo demás ha aumentado en la misma proporción, sin mencionar las mercancías que se importan del exterior.

Y dado que no hay otro comercio ni fuente de ingresos en esta tierra, salvo solo el comercio de esclavos, si esto falla, el país se arruinará por completo. Tampoco es menos perjudicial para el Tesoro Real, pues sus ingresos se derivan de los derechos que gravan a los numerosos esclavos exportados a Brasil; y si esta trata de esclavos en el interior declina, entonces muchos menos esclavos serán embarcados desde este puerto, como ya está sucediendo.

Por estas razones, hemos considerado que debemos mostrar a Vuestra Majestad el daño que se está haciendo, rogándole, postrado a sus Reales pies, en nombre de todos estos sus vasallos, por el amor de Dios y la preservación de este reino, que ordene que cuando los barcos se dispongan a salir de este puerto con cargamentos de esclavos para el Brasil, el Gobernador dé autorización para el puerto de Río de Janeiro a cualquiera que se lo pida; o al menos que se autorice al Gobernador a permitir una exportación anual de 2.000 cabezas para el puerto de Río de Janeiro; y que se autorice a los consejeros municipales a distribuir un total de un tercio de estos (esclavos) en cada uno de los barcos entre los moradores, hasta el gran total de 2.000 cabezas, y que el Gobernador distribuya el resto entre los propietarios y las tripulaciones de los barcos y los comerciantes que considere oportuno.

De lo contrario, los moradores no podrán embarcar esclavos para Río de Janeiro, como ha demostrado la experiencia. Porque incluso antes de que se impusiera la limitación de embarcar sólo 1.200 cabezas para Río de Janeiro, no pudieron hacerlo, ya que los propietarios, oficiales y tripulaciones de los barcos monopolizaban a todos los esclavos. Y si los concejales municipales están autorizados a repartir las 2.000 cabezas entre los moradores, entonces bien puede suceder que estos últimos se animen con ello a renovar la trata de esclavos en el interior, aunque los esclavos cuesten mucho en los gumbos, con la esperanza de que si pueden enviar algunos a Río de Janeiro obtendrán un mejor precio por ellos, y el Tesoro Real también se beneficiará de los mayores ingresos derivados del aumento de esclavos exportados a Brasil. Su Majestad decidirá qué es lo mejor para su servicio. Luanda, 26 de septiembre de 1711.55 [Aquí se omiten las firmas].

Citas:

1.- Boxer, C.R.; Portuguese society in the tropics, the Municpal Council of Goa, MacaoBahia, and Luanda 1510-1800, University of Winsconsin Press, Minnesota, 1965, pag.240.

2.- Wolf, Eric R., Europa y la gente sin historia, FCE, Mèxico, 1987, 240:282.

3.- Boxer, C.R.; ob. cit., pp193:196.

 

Edición

Ihan Quiroz, estudiante CNAUI (UNMdP)

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