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Antártida, durante mucho tiempo, ha sido considerada tierra de machos – como lo ha definido Oscar A. Torres (1971) -. Sin embargo, durante décadas las mujeres han tenido presencia en el continente blanco, configurando allí diferentes roles: mujeres esposas y madres, educadoras, mujeres científicas y miembros de las Fuerzas Armadas. Desde Diálogos Antárticos, queremos incorporar todas esas voces con el fin de pensar desde nuevos enfoques la presencia argentina en Antártida. Nuestro país registra historias de mujeres en latitudes antárticas desde el año 1933, cuando Emma Martinez Lobato y su hija Emma – esposa e hija respectivamente del periodista Juan José de Soiza Reilly – formaron parte de un viaje especial para la Revista Caras y Caretas. En el verano de 1968-1969, arribaron las pioneras científicas argentinas «Las cuatro de Melchior» – Irene María Bernasconi, María Adela Caría, Elena Martínez Fonte y Carmen Pujals – las primeras biólogas que desempeñaron sus tareas en la Base Melchior. Las primeras mujeres y niñas civiles, arribaron a Base Esperanza a fines del año 1977 y marcaron el inicio de la presencia de familias que se mantiene hasta el día de hoy en el Sector Antártico Argentino.
Juana Pabla Benítez, oriunda de la provincia de Salta, fue parte de la primera dotación de familias de Base Esperanza en el año 1978. Junto a su esposo Néstor Delgado –reconocido pionero antártico argentino miembro del Ejército Argentino- y sus hijos Néstor Gabriel y Norma Elizabet se instalaron en territorio antártico con una particularidad: durante su invernada Juana daría a luz a su tercera hija Marisa de la Nieves, la primera niña nacida en el Continente Blanco.
El testimonio de Juana nos permite, una vez más, pensar en el rol de las mujeres en el ejercicio de soberanía sobre el Sector Antártico Argentino. Antártida ya formaba parte de su vida antes de arribar al continente, su esposo Néstor había integrado las dotaciones 1974 y 1976 en la Base Belgrano I contagiando en ella el espíritu antártico. Asimismo, Delgado forjó una gran trayectoria como antártico siendo parte de las dotaciones 1981 de Base San Martín, 1987 de Base Esperanza, 1992 Y 1997 de Base Carlini. A su vez, fue Veterano de la Guerra de Malvinas.
Los recuerdos de Juana, nos muestran el día de día aquellas primeras familias que en un trabajo mancomunado entre todos los miembros de la dotación sentaron las bases del Fortín Sargento Cabral. Este proyecto ya soñado por Pujato, había tomado impulso de la mano del antártico Jorge Julio Mottet y su esposa Mabel quienes el año 1954 procuraron las autorizaciones pertinentes para constituirse como pobladores permanentes en territorio antártico, proyecto que fue truncado por el golpe de estado de 1955. Poco más de dos décadas tardó en tomar forma este proyecto en el que las familias se transformarían en el eslabón más de ocupación fehacientemente y de sostenimiento de la soberanía argentina en el territorio antártico.
Cabe destacar que esta forma de ocupación aún se mantiene por parte de Argentina. Chile, país con el que se superponen los reclamos sobre territorio antártico, llevó adelante un proyecto similar denominado Villa Las Estrellas, que funcionó entre los años 1984 y 2018 en lo que actualmente forma parte de la Base Frei Montalva.
Edición: Max Van Hauvart Duart
Portada: Florencia Benítez.
