Aportes de la Historia

Notas dispersas sobre Historia

Las formas de hacer política en el Alto Perú 1765-1809 | Diana Duart | Cap 7 | Independencias

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Las formas de hacer política en el Alto Perú 1765-1809 | Diana Duart | Cap 7 | Independencias

Guion por Carlos Van Hauvart y Diana Duart

En esta entrega trataremos los acontecimientos previos a 1809 que sucedieron en la ciudad de La Plata, ubicada en la Intendencia de Charcas y que formaba parte del Virreinato del Rio de la Plata.

Para comenzar es importante tener en cuenta la afirmación de Sergio Serulnikov en su artículo “Nuevas formas de hacer política: los sectores plebeyos urbanos y la debacle de la sociedad de indias en el Alto Perú”. Nos dice el autor: “La crisis del orden colonial en el Alto Perú fue la más prolongada del continente. Las ciudades altoperuanas fueron las primeras en remover a las autoridades constituidas tras la caída de la monarquía hispánica en 1808 y las últimas en romper con España”.

Continuemos con la línea argumentativa del autor. Primero debemos señalar que, durante el periodo tardo colonial, la relación de esta región con Lima y Buenos Aires estaba sujeta a muchas tensiones. Segundo, es necesario remarcar que las rebeliones o motines que sucedieron en el Alto Perú, durante éste período, ocurrieron en gran medida por las políticas imperiales de los Borbones.  

Entonces analicemos algunas cuestiones: la magnitud de estas rebeliones indígenas puso en tensión a los miembros de la elite hispano criolla que muchas veces las instigaron, pero sus resultados fueron vistos con muchísima preocupación por esos actores.

Tal el caso de los levantamientos que se sucedieron en Quito en 1765 y en Arequipa en 1780.  Estos fueron producto de las medidas impositivas aplicadas por los funcionarios borbónicos,  que afectaron tanto a las elites como a la plebe, y sus víctimas fueron los burócratas hispánicos. Ante el desborde del reclamo, las elites hispanoamericanas de Quito y Arequipa recompusieron sus relaciones con las autoridades españolas ya que temían que mucho de sus privilegios fueran afectados como consecuencia de su participación en los alzamientos.

En el caso de la rebelión de Oruro en 1781, los miembros de la elite criolla dedicados a la minería fueron los que iniciaron la revuelta. Se sumaron las clases bajas urbanas y prontamente se unieron las comunidades campesinas indígenas. Los campesinos ocuparon la ciudad de Oruro e impusieron demandas tales como: la ejecución de funcionarios españoles, el reparto de los dineros de la caja real junto a la distribución de tierras. Ante el cariz de los acontecimientos, los miembros de la elite criolla fueron expulsados de la ciudad al no cumplir con las demandas.

Esta ruptura entre criollos de la elite y campesinos derivó en una alianza entre los sectores de la clase baja urbana (pequeños comerciantes, tenderos, trabajadores mineros y artesanos) con los miembros de la elite criolla, que enfrentaran a los campesinos en un futuro no muy lejano.

Las Reformas Borbónicas, además, fueron diluyendo lentamente a la sociedad estamental  como el caso de Charcas. Varios de los privilegios de la elite hispano criolla – que los diferenciaba de otros sectores urbanos – fueron derogados. Los mestizos, en su mayoría, se desempeñaban como pequeños comerciantes, tenderos y trabajadores de minas. Y como vimos, fueron incorporados a la vida pública, reforzando esa alianza entre criollos y mestizos.

Una consecuencia directa de la rebelión de Charcas fue la decisión de ubicar en la ciudad una guarnición militar integrada por soldados peninsulares. Así, se desplazaron a las milicias locales conformadas por patricios y plebeyos que habían enfrentado a los campesinos indígenas en 1781.

La ciudad, nuevamente,  estuvo al borde de una revuelta. Esta vez protagonizada por criollos y mestizos que vieron como una afrenta la instalación de esta guarnición sin reconocer los servicios que habían prestado las milicias locales. La población del lugar se manifestó a través de los cabildos abiertos, en donde tomó relevancia su intervención como un actor político local de peso. Muchos de los participantes fueron remitidos en calidad de presos a Buenos Aires.

Vamos a finalizar con una nueva cita de Sergio Serulnikov: “…Es posible afirmar entonces que en Oruro, La Plata y la Paz se generan procesos de creciente antagonismo entre los sectores patricios y los sectores asociados con los intereses metropolitanos (magistrados regios, grandes comerciantes importadores y prestamistas, oficiales de la real hacienda) estas divergencias no se limitaron a las conocidas pugnas por los recursos económicos o al acceso a los empleos de gobierno, sino que afectaron campos tan variados como el simbolismo político, el honor, la militarización, el sentido de pertenecía social, los usos culturales o el debate abierto sobre los asuntos de gobierno …”

 

Edición

Maximiliano Van Hauvart, FCSYTS-UNMDP

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