N.º 47 — Expediente promovido por los Abastecedores de ganado de los Corrales de S. Domingo, exponiendo los perjuicios que les irrogan los matadores y Vendedores de sus propios ganados ingiriéndose a Introducir y matar de su cuenta algunas partidas de novillos.
(Año 1807)
M. I. C. J. y R.
Los Abastecedores de Ganados del Partido de Santo Domingo que abajo firmamos, ante la Superior Justificación de V.S. S. con nuestro mayor respeto, nos presentamos y decimos, que son tantos los perjuicios que de tiempo a esta parte, experimentamos en el Abasto de carnes á que estamos comprometidos que ya son intolerables por más tiempo, y por lo mismo lo representamos a este M. I. C. á fin de que a vista de ellos, se digne tomar las providencias que mejor consulten su remedio, y sean más análogas al público el que por ahora contemplamos, no estar bien servido, y en adelante deberá estarlo menos, por las consideraciones que se expondrán.
Sucede, que algunos individuos cuya profesión y ejercicio ha sido y es matar nuestros Ganados, y venderlos públicamente en la Carnicería, se han avanzado á introducir Ganados y beneficiarlos de su cuenta queriendo por este medio tener representación de amos, que la suya ha sido y debe de ser siempre para evitar desórdenes perjudiciales al Publico, la de peones nuestros, y cuyas manos no deben extenderse más que a la venta de las carnes á que están destinados, porque de lo contrario se tocan tres graves y continuados perjuicios que nos es imposible continuar nuestra ocupación.
Cuando alguno o algunos de estos Vendedores introducen Tropas de Ganados, se observa, que todos ellos ocurren prontamente a servirlos con preferencia a nosotros, de modo que ellos benefician sin demora su Ganados, cuando los nuestros por falta de manos, se adelgazan é Inutilizan en los corrales, de aquí se sigue que o los hemos de matar en este estado, (lo que no es fácil porque aquellos mismos se resisten a su venta por la poca o ninguna utilidad que les deja) y entonces el público no está bien servido tomando unas carnes acaso nocivas, o hemos de tomar el forzoso recurso de sacarles el cuero perdiendo enteramente el provecho de sus carnes, en cuyo caso sufrimos considerables perjuicios y perdidas de nuestros principales y tantos mayores cuanto son de frecuentes y diarios estos acontecimientos por el sistema de coalición que sostienen los insinuados Vendedores no podemos en ningún caso, dejar de sentir perdidas y perjuicios en tanto grado que solamente reducidos estos nuevos y voluntarios Abastecedores a su primera ocupación, y ministerio de matar, y vender, podremos nosotros seguir con el Abasto de Ganados y a no ser así, nos eximimos del cargo y responsabilidad que en esta parte reconocemos y podrá este M. I. C. imponérsela á los que ocasionen nuestra excusación para que ellos la desempeñen según corresponde.
Hemos dicho que estos nuevos Abastecedores son voluntariosos, y en efecto lo son sobremanera porque que ellos conducen Ganados, cuando les parece, y juzgan conveniente consultando únicamente su propio interés y utilidad: solo tratan de aprovecharse de las ocasiones favorables que se presentan y que para ellos son de una utilidad segura y cierta para la abundancia de sus manos con que cuentan para proporcionar pronta salida a sus reses : no conocen resultas que puedan perjudicarlos respecto á que ellos no son los que deben pulsear y medir los tiempos y circunstancias de introducir Ganados para que no falte el abasto público, y en los casos que por accidentes inesperados faltan Ganados en los Corrales, tampoco se les molesta para que salgan a traerlos como se ejecuta con nosotros.
Esta conducta ha retraído a muchos de nosotros del tráfico de Ganados y todos protestamos de buena fe, que ya no podemos Sufrir más sacrificios, que los que hasta el presente hemos tolerado procedidos de las causales expuestas y esperamos por lo tanto que este M. I. Ayuntamiento tomando previamente el correspondiente informe del Administrador de nuestro Partido por los conocimientos que le asisten a los particulares expuestos, tomará en nuestro alivio las más serias, y eficaces providencias, para cortar de raíz tan perniciosos abusos que tan inmediatamente dañan la causa publica y nuestra particular conservación.
Buenos Ayres, Octubre 16 de 1807.
También hacemos presente que los corrales no tienen la extensión bastante para los Ganados cuando se encierran, para que como estos se introducen á proporción del consumo, siendo este sin comparación mayor al de los años en que se fundaron y establecieron dichos Corrales, no proporcionan estos la capacidad necesaria en las circunstancias presentes; así pues para evitar sus resultas que son de indispensable trascendencia al Publico, y los perjuicios que nosotros experimentamos por el demerito de sus carnes a causa de la opresión y sofocación en que se hallan, especialmente en el Verano, esperamos igualmente que en esta parte se tomen para este M. I. C. las providencias oportunas para su más ensanches y extensión.
Donn Joseph Dominguez.
Patricio Carrasco
Francisco Maciel.
Felis Diaz.
Marcelo de la Colina
Antonino Medina.
Pedro Marzola. D. Juan Gregorio Peres. Pedro Peres. José Gesala. Vicente de Lago. Juan Ricon. José Lopez.
A ruego del Suplicante. Francisco Antonio de Mier y Yoriega.
Buenos Aires Noviembre 8 de 1807.
1.- Facultad de Filosofía y Letras, Documentos para la Historia Argentina, Tomo IV. Abastos de la ciudad y campaña de Buenos Aires (1773-1809). Número 47 . Compañía sud Americana de Billetes de Banco, 1914. . P. 177
Edición y corrección: Van Hauvart Duart, Maximiliano L. (Estudiante UNMdP)
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